Crimen de Asunta
«El veredicto es absolutamente discordante con las pruebas»
El abogado de Rosario Porto, José Luis Gutiérrez Aranguren, ha avanzado este viernes que recurrirá la sentencia condenatoria a su defendida que derive del veredicto de culpabilidad emitido por el jurado popular del caso por el asesinato de su hija Asunta Basterra y ha pedido su puesta en libertad hasta que haya un fallo.
En su intervención tras conocerse que el jurado popular considera por unanimidad que su defendida es culpable del crimen, junto con su exmarido Alfonso Basterra, ha pedido "la pena más favorable"para su cliente teniendo en cuenta la calificación de asesinato, 17,5 años de prisión.
Asimismo, ha rechazado que se deba tener en cuenta la edad de Asunta en el momento de su muerte, 12 años, como ha pedido el fiscal, para fijar la pena, dado que para este crimen esa cuestión "no influye para nada".
A continuación, ha avanzado que recurrirá "la resolución que se derive de este proceso"y ha pedido que se ponga en libertad a su defendida hasta que haya una sentencia. "Sigo proclamando la inocencia de Rosario Porto", ha apuntado.
Aranguren ha asegurado que el veredicto es "absolutamente discordante"con las pruebas existentes y ha asumido que él mismo es "el mayor responsable de este fracaso".
A preguntas de los medios tras la sesión en la que su defendida ha sido declarada culpable del crimen junto con su exmarido, Aranguren ha asegurado que "todavía"está "digiriendo"el veredicto y, ante la pregunta de si lo entiende, ha respondido que "francamente no".
"Lo encajo porque tengo costumbre, por desgracia, de vivir situaciones como esta", ha sentenciado. Sobre el contenido, ha explicado que el veredicto y las pruebas son "absolutamente discordantes"y ha considerado que incluso hay "pruebas inexistentes que se interpretan en contra del reo".
Gutiérrez Aranguren ha asegurado que las instrucciones que recibieron"los jurados por parte del magistrado Jorge Cid Carballo "no fueron precisamente las mejores". "No se explicó bien lo que era una prueba indiciaria ni lo que era el principio in dubio pro reo", ha apostillado el abogado, que le ha afeado al juez que se haya "quedado corto"en alguna explicación.
"No estoy echando la culpa a nadie, probablemente yo sea el mayor responsable de este fracaso, que sin duda lo es", ha añadido Aranguren, que ha dicho seguir contando con la confianza de Rosario Porto.
Sobre su defendida, ha asegurado que está "todavía en shock"tras recibir el veredicto, que ha conocido con "incredulidad compartida"por él.
La defensa de Rosario Porto ha considerado durante todo el juicio que el culpable del asesinato de Asunta es una persona que "está ahí fuera"y que no fue investigada dado que la instrucción estuvo "dirigida"a implicar a los padres de la niña.
Durante las sesiones, Gutiérrez Aranguren ha mencionado diferentes casos, como el Wanninkhof o el de Eva Blanco para explicar que el verdadero culpable de un crimen no se encuentra a la primera. Asimismo, ha sugerido que no se analizaron vínculos con otros casos similares como el del pederasta de Ciudad Lineal.
En cualquier caso, el aspecto más destacado por las defensas ha sido la presencia de semen en dos recortes de la camiseta de Asunta que se localizaron en el laboratorio de la Guardia Civil de Madrid. El AND de este resto coincidía con el perfil genético de un hombre colombiano residente en la capital española y que estaba siendo investigado en el mismo laboratorio por una agresión sexual.
Aunque el hombre fue exculpado en instrucción, y no se ha mencionado en el veredicto, durante las sesiones del juicio los investigadores que analizaron con el mismo material ambas muestras han vuelto a negar que se tratase de una contaminación, a lo que se han aferrado las defensas para apuntar que hay un implicado más allá de los padres.
Aranguren ha defendido que Rosario Porto presentaba "lagunas de memoria"el día de los hechos por la medicación que tomaba y el estado de nerviosismo, por lo que no pudo recordar con exactitud lo que había hecho esa tarde. A mayores, pudo no percatarse de episodios de sedación dado que se encontraba tratándose de una depresión.
En su narración de los hechos, la defensa de la acusada ha puesto en duda aspectos como la hora de la muerte de la menor o la hora a la que tomó el Orfidal. Asimismo, ha hecho hincapié en la falta de pruebas concluyentes o de resultados claros derivados de periciales como las cuerdas o la tierra del vehículo.
También ha considerado que, si se tratase de una muerte programada, no tendría sentido dejar a la vista indicios como las cuerdas naranjas halladas cerca del cadáver. "Raya la subnormalidad", ha dicho durante el juicio.
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