La madre de Patricia Aguilar: «Reúnete con tu padre. Necesitamos saber que estás bien»

El padre de la joven española acaba de llegar a Lima para buscar a su hija. La familia no sabe nada de ella desde hace casi un año.

El último rastro de Patricia Aguilar Poveda se pierde en Lima (Perú). Hasta allí se dirigía, al cierre de esta edición, Alberto, su padre, cuyo vuelo estaba previsto que llegara de madrugada. Necesita buscarla, hacer todo lo posible por dar con ella. “Quiere reunirse con la policía, con el consulado, con otras familias afectadas, intentar hablar con fiscales, con alguien del Gobierno...”, nos explica Noelia Bru, portavoz de la familia. “Va a estar en Perú todo el tiempo que pueda”. Alberto no aguanta más sin verla, sin saber si está viva, si se encuentra bien...

“Mi marido va a mover todo lo que pueda, a nivel policial, consular... va a difundir carteles de recompensa y a hacer toda la presión posible junto a las familias de otras afectadas para encontrar a Patricia y a las demás chichas y niños desaparecidos junto a ella”, explica Rosa Poveda, su madre.

Patricia tiene ahora 19 años. Cuando saltó la noticia de su desaparición ella misma dio señales de vida tras ser detectada en el aeropuerto de Santiago de Chile acompañada por el supuesto “mesías” Félix Steven Manrique Gómez, o príncipe Gurdjieff como se hace llamar, precisa Bru. Un individuo que también está buscado por las autoridades peruanas que le han citado para que declare y no aparece.

El problema de la búsqueda de Patricia es que cualquier persona mayor de edad tiene derecho a desaparecer, pero su familia recuerda que la joven “fue captada cuando tenía sólo 15 años”. En cualquier caso, Patricia está de forma ilegal en Perú -si es que continúa allí- y está buscada por la Interpol, incide su familia, que considera que no sólo tienen derecho sino que es su deber como padres buscarla.

Le preguntamos a la madre de Patricia que nos diga qué le diría a su hija: “que si está en tu mano, reúnete con tu padre por favor. Ha ido a Perú dejando todo sólo para saber de ti. Toda la familia está muy preocupada por ti y necesitamos saber que estás bien. No temas nada por que pase lo que pase siempre estaremos para apoyarte”.

A Steven le pregunta que “si no ocultas nada, ¿por qué no te presentas a las citaciones judiciales y policiales, y por qué estás en paradero desconocido? Hace un año dijiste públicamente que Patricia trabajaba para ti, en tu ONG. Como ya hemos demostrado tu ONG no hace nada, no tiene sede, ni forma de contacto. ¿Dónde tienes a mi hija?”

Rosa desearía que su hija “volviera, pero por lo que luchamos es porque sea libre. Tenga todos los derechos como cualquier ser humano. Y no tiene por qué estar ilegal en un país, sin derecho a nada”, afirma la madre que explica que “Patricia apareció hace un año para justificar a su captador. Allí ya no reconozco a mi hija. Patri tenía programado un discurso aprendido y ordenado por él. Patricia es una marioneta en manos de su captador. Es una víctima vulnerable en manos de un monstruo, que cuando vio que su estrategia no funcionaba, la hizo desaparecer”. “Tengo esperanza en que este nuevo gobierno nos escuche y nos pueda ayudar, pero, sobre todo, que no abandonen a Patricia, cuyo único error de mi hija fue cruzarse con un depredador cuando sólo era una adolescente”. “La familia, amigos, vecinos y personas que nos apoyan si ni siquiera conocernos, no nos vamos a rendir hasta que encontremos a Patricia”, hace hincapié Rosa, quien da un consejo para otros padres: “Este tipo de situaciones se dan sin que te enteres. Los captadores instruyen a las víctimas para que no digan nada y no se puede sospechar” que algo así le está ocurriendo a tu hija, “lo único que puede ayudar, son leyes que nos protejan ante este tipo de situaciones como ya hay en otros países.