Comunidad de Madrid

La magia, una buena terapia para víctimas de malos tratos

Los magos de la organización solidaria Ilusionistas sin Fronteras han demostrado que la magia puede ser una buena terapia para devolver la sonrisa a las mujeres y los niños que sufren violencia de género, porque el poder de la ilusión hace que olviden por unos instantes los malos momentos vividos.

La idea de mitigar los recuerdos desagradables con conejos que salen de chisteras o juegos de cartas partió de la organización sin ánimo de lucro Ilusionistas sin Fronteras que, junto a la asociación Vida Sin Violencia, han organizado en Madrid el primer espectáculo de magia totalmente gratuito, destinado a un público que en su totalidad ha padecido malos tratos.

Se trataba de 120 personas, madres y niños de entre 6 y 12 años, que el jueves pasado asistieron en un céntrico hotel madrileño a la actuación del mago Fer, uno de los 130 componentes de Ilusionistas sin Fronteras que habitualmente actúan de modo altruista para los niños en hospitales como el Niño Jesús o el 12 de Octubre.

Estos magos voluntarios y solidarios también han hecho sus trucos en centros penitenciarios, centros de internamiento de menores, residencias infantiles, en residencias de mayores o en centros de día para discapacitados, e incluso, han llevado su magia a Afganistán, pero nunca hasta ahora habían hecho un espectáculo exclusivo para víctimas del maltrato.

"Nunca podríamos imaginar la transformación de sus caras. Madres y niños entraron con las miradas tristes, apagadas y a media que iban viendo el espectáculo su rostro cambiaba: aparecía la sonrisa y después la risa a carcajadas"ha relatado a Efe Beatriz Morales, presidenta de la asociación Vida Sin Violencia.

Esta joven mujer, hija del popular mago Pablo Segobriga, ha confesado que aún le provoca escalofríos recordar la emoción que sintió cuando durante el espectáculo del jueves pasado una de las mujeres del público, que cumplía ese día 36 años, recibió como obsequio una tarta de cumpleaños "la primera que le regalaban en toda su vida", ha asegurado.

Todas estas mujeres y sus hijos residen en casas de acogida para víctimas de violencia de género y en centros de emergencia de la Comunidad de Madrid.

Gracias al espectáculo de magia pudieron salir de sus "escondites"durante algunas horas, con total discreción, para evadirse de la realidad y olvidar por algunos instantes su difícil situación.

No faltaron las canciones, los juegos e incluso las "chuches"para los pequeños gracias a la colaboración de la organización Reinventur @yuda, que según Morales, se ha encargado de organizarlo todo y de buscar el lugar y los actores de este particular evento.

A pesar del éxito de la iniciativa, la responsable de la Asociación Vida sin Violencia ha comentado a Efe que esperaban la asistencia de medio centenar más de mujeres y niños pero, ha admitido, "es muy difícil superar el miedo de salir a la calle cuando se vive sujeta a medidas de protección y aunque sólo sea para olvidarse de todo durante unas pocas horas".

La actividad de Ilusionistas sin Fronteras incluye también cursos de magia en los que se imparten cuatro talleres: de baraja francesa y española, de globoflexia y de clips y elásticos.

En su "código ético", los voluntarios de Ilusionistas sin Fronteras asumen como principios el respeto a su público "sin discriminación de raza, religión o situación social"y la voluntad de no interferir en la labor de educadores y cuidadores y personal sanitario.

También, el mantener la confidencialidad, con especial respeto a los menores, y la "ilusión de llevar sonrisas y despertar ilusiones de forma solidaria".