Drogas
La «maría» coloca más al comerla y perjudica igual que al fumarla
Madrid- Un pastel de marihuana no dista mucho en su preparación de cualquier otro. Los ingredientes son los mismos: huevo, azúcar, mantequilla, harina y levadura. La única diferencia es la introducción de la droga. Esta práctica repostera no es muy habitual en nuestro país. Sin embargo, en Ámsterdam, el templo de los «fumetas», estos pasteles se comercializan en los conocidos «coffee shops».
Ingerir marihuana de esta forma es más peligroso que si se fuma, ya que «se tarda aproximadamente entre 30 y 90 minutos en empezar a notar los efectos, mientras que al fumar un porro de marihuana el efecto se produce en segundos», comentó a LA RAZÓN Claudio Vidal, coordinador de Energy Control Andalucía, una asociación que busca reducir los riesgos asociados a las drogas. Además, apuntó que «los efectos son más duraderos si se come la marihuana». Y es que al comerla se consume el 100% de la droga, mientras que cuando se fuma, un 60% se va con el humo que desprende el porro. Un exceso de consumo de estos bizcochos caseros puede causar ataques de pánico, pero «es complicado que se llegue a entrar en coma», sostiene Fernando Caudevilla, de la misma asociación. Por lo que los expertos no creen que el pastel le haya provocado el coma. La ingesta de alcohol y el consumo de estos pasteles sí que puede llegar a provocar lipotimias. Por otro lado, Vidal indicó que «probablemente tampoco se trate de una droga adulterada, puesto que en ese caso los 12 jóvenes que comieron bizcocho hubieran tenido que ser atendidos». Asimismo, remarcó que «los efectos son mayores si no se ha comido con anterioridad, por no tener el estómago lleno».
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