Familia
La pareja de una etarra apuñala a su propia hija
La agresión podría estar relacionada con discrepancias por la custodia de la menor
La pareja de la etarra Sara Majarenas, que se encuentra cumpliendo condena en prisión, apuñaló ayer a la hija de ambos de dos años que vivía en la cárcel junto a su madre
Stylanos Messinezis estaba convencido de que había matado a su hija, de dos años de edad, cuando el domingo, con manchas de sangre en su ropa, se entregó en el puesto de la Policía Municipal de Benifaió (Valencia).
Desde esta dependencia informaron inmediatamente a la Guardia Civil, que acudió a la vivienda y encontró aún con vida a la pequeña, que fue trasladada a la UCI pediátrica del Hospital La Fe de la capital del Turia, donde la consiguieron estabilizar. Presentaba dos heridas por arma blanca en el tórax y en la espalda, una de las cuales le afectaba a uno de los pulmones. También tenía cortes en diversas partes del cuerpo, entre ellas en una mano como si hubiera tratado de evitar la agresión.
Para poder acceder a la vivienda, donde la niña lloraba mientras se desangraba, los agentes de la Guardia Civil tuvieron que hacer no sin esfuerzo un gran agujero en la puerta, que era de las blindadas.
A la hora de cierre de esta edición se desconocían con certeza los móviles de Messinezis para intentar asesinar a la hija que había tenido con la miembro de ETA Sara Majarenas, que cumple condena en la cárcel valenciana de Picassent por su pertenencia al «comando Levante» de la banda, que fue desarticulado por la Policía en febrero de 2005.
Messinezis y Majarenas se conocieron, se supone que al principio de forma epistolar (ya que los contactos entre reclusos de distintos sexos están prohibidos, salvo en los vis a vis autorizados) en la cárcel leonesa de Mansilla de las Mulas, en la que estaban en módulos diferentes.
Él cumplía condena por delitos relacionados con el tráfico de drogas y, ella, por sus actividades en la banda criminal.
Normalmente, y de acuerdo con la legislación penitenciaria, que permite a las madres presas que tengan a sus hijos con ellas en unos módulos habilitados, la niña estaba de lunes a viernes con Sara Majarenas y los fines de semana, con su padre, aunque no era una norma que se cumpliera siempre.
La Guardia Civil se ha hecho cargo de las investigaciones para determinar las razones que llevaron a Messinezis, de 49 años y de nacionalidad etíope, a apuñalar a su hija, que se encuentra estable dentro de la gravedad. El delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues, subrayó que si bien desconoce el móvil de la agresión, podría estar relacionado con la «custodia de la niña».
Este individuo tiene antecedentes por delitos contra la salud pública, pero no por violencia de género. Quedó detenido a la espera de pasar hoy a disposición del Juzgado de Instrucción número1 de Carlet como presunto autor de un delito de intento de homicidio.
Moragues informó de que, en estos casos, la competencia para establecer la tutela corresponde a la Generalitat en colaboración con Fiscalía de Menores. El Gobierno valenciano anunció ayer que asumirá la tutela de la niña y que estudiará qué es lo más adecuado. Como no ha cumplido los tres años, podría seguir con su madre.
Asesinar a Rita Barberá
El «comando Levante», al que pertenecía Sandra Majarenas, tenía 1.000 objetivos, la mayoría de la Comunidad Valenciana, para ponerlos «patas arriba» (asesinarlos). De momento habían elaborado los de un teniente coronel del Ejército, una comisaría y una oficina de Turismo. Entre esos objetivos, figuraba la entonces alcaldesa de Valencia Rita Barberá, recientemente fallecida. Entre las acciones criminales ya preparadas figuraban algunas en Jaén y Cartagena.
Reclusas con hijos, hasta los tres años
En el caso de las mujeres que están reclusas, la legislación permite que tengan consigo a sus hijos hasta que los menores cumplan los tres años.En España existen tres unidades internas en los centros penitenciarios de Valencia, Alcalá de Guadaíra y Madrid VI. Este último centro, ubicado en Aranjuez, cuenta con un módulo familiar, donde pueden convivir los progenitores presos con sus hijos menores de tres años. La evolución de las madres en los últimos años ha tenido una tendencia a la baja. Se ha pasado de albergar 253 niños y 247 madres en el 2008 a 91 madres y 99 niños en la actualidad.
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