Caso Marta del Castillo

La Policía no necesita orden judicial para buscar a Marta del Castillo

El abogado de la familia renuncia a su defensa por «diferencias de criterios». Inmaculada Torres, que intervino en el juicio del Cuco, se hará cargo del caso

El abuelo de Marta del Castillo, José Antonio Casanueva, sostiene un mapa de una de las zonas de búsqueda
El abuelo de Marta del Castillo, José Antonio Casanueva, sostiene un mapa de una de las zonas de búsquedalarazon

La Policía y la familia de Marta del Castillo pueden buscar su cuerpo en el solar de La Rinconada, donde Miguel Carcaño –autor confeso del crimen– afirmó que se encontraba el cuerpo, sin necesidad de una orden del juez, según señalaron ayer fuentes judiciales ante la última petición de los padres de realizar una búsqueda con perros adiestrados y con vuelo geotérmico. Esta nueva búsqueda que Eva Casanueva y Antonio del Castillo, padres de Marta, quieren llevar a cabo, tendrá lugar en la finca Majaloba de La Rinconada (Sevilla).

El abogado de la familia, José María Calero, iba a solicitar al juez de instrucción número 4 de Sevilla, Francisco de Asís Molina, la orden para poder buscar el cuerpo de la joven en el lugar donde Carcaño explicó, en su séptima declaración, que se encontraba el cuerpo. Sin embargo, el bufete de abogados al que representá anunció ayer que deja el caso por «diferencias de criterios» con la familia tras los últimos acontecimientos procesales. Ahora, la letrada Inmaculada Torres, que intervino en el juicio del Cuco asumirá la defensa de los padres de Marta.

Carcaño, condenado a 21 años y 3 meses de cárcel por asesinato, sostuvo en su última declaración ante el juez que él y su hermano, Francisco Javier Delgado, enterraron a la víctima en la finca de Majaloba después de que su hermano le golpeara en dos ocasiones con la culata de una pistola en el domicilio de León XIII. Desde el juzgado señalan que, pese a la conclusión de la vía penal con la condena de Carcaño por asesinato, el Juzgado de Instrucción número 4 mantiene abierta una pieza separada para la búsqueda del cuerpo –que más de cuatro años después sigue sin aparecer– y por lo que la Policía puede actuar sin necesidad de obtener un permiso del juez.

Esta orden sólo sería necesaria si el dueño de la finca se opusiese a la búsqueda, lo que aparentemente no va a producirse, puesto que la Policía ya ha realizado búsquedas anteriormente en Majaloba. Así, en octubre de 2012, la Policía trasladó al asesino hacia el lugar con la intención de que identificase el punto donde supuestamente él y su hermano enterraron a Marta. Los padres de la joven desaparecida el 24 de enero de 2009 pretenden que perros adiestrados en la búsqueda de cuerpos y helicópteros dotados con detectores geotérmicos recorran la finca para poder encontrar el cuerpo de su hija.

Hasta ahora, tres de las búsquedas del cuerpo de Marta se hicieron por orden judicial: la llevada a cabo en un vertedero de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) ante una nueva versión del crimen hecha por Carcaño en marzo de 2010, la realizada a continuación en una zanja de Camas, donde vivía la última novia del asesino, y la emprendida en febrero de 2012 en la llamada Ruta del Agua, entre las localidades sevillanas de Castilleja de Guzmán y Valencina de la Concepción, a petición del abuelo de Marta, José Antonio Casanueva. La búsqueda que más se prolongó fue la realizada nada más desaparecer la joven en el cauce del río Guadalquivir, por iniciativa policial.

Entre perros y varios georradares

«Para buscar el cuerpo la Policía tiene una pieza separada por la que puede solicitar la búsqueda. Queremos que traigan a los perros especializados en la detección de cadáveres que tiene la Policía Nacional y que también se utilice la termografía», comentó ayer el padre de Marta, Antonio del Castillo.

«Ojalá encontrara a mi hija en La Rinconada», añadió. Antonio del Castillo dijo que en el caso de que el juez archive el procedimiento «me gustaría hablar personalmente con él». Así, sostuvo que «no tenemos nada nuevo, estamos a la espera de lo que diga el juez, que puede archivar la causa definitivamente o seguir con la investigación, como deseamos que sea».