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La tristeza y el sobrepeso, un vínculo entre los niños y adolescentes en España

Un estudio confirma que el 21% de los jóvenes se sienten preocupados, tristes o infelices

Chico dormido en la calle
Chico dormido en la callelarazon

La tristeza y el sobrepeso, un vínculo entre los niños y adolescentes en España Una investigación realizada por la Fundación Pau Gasol confirma que un alto porcentaje de jóvenes no se sienten felices y ésto tiene estrecha relación con el sobrepeso

La fundación Pau Gasol, en colaboración con la Fundación Probitas han publicado el “Estudio PASOS”. En la investigación, los resultados concluyen con que el 21,1% de los menores españoles con edades comprendidas entre los 8 y 16 años afirma estar preocupado, triste o infeliz. Principalmente las chicas (25%) y los adolescentes (25,7%).

El trabajo tuvo lugar en septiembre de 2019 y consistió en el análisis de 3.887 alumnos matriculados en 247 centros educativos de Primaria y Secundaria. Por su parte, el presidente de la fundación y jugador de baloncesto, Pau Gasol, anunció que, tras haber realizado indagaciones relacionadas, el 35% de los estudiados padecía sobrepeso u obesidad.

Según los responsables que han realizado dicho análisis, una de las causas principales del malestar psicológico de los niños y adolescentes mencionados anteriormente es o está relacionado con el aumento de peso. "El bienestar emocional puede actuar tanto como factor causal de la obesidad y sobrepeso infantil, pero también es una consecuencia clarísima del incremento de peso, ya que la autoestima entre los niños con un mayor peso es menor y el nivel de ansiedad es mayor, en relación con aquellos que no tienen un exceso de kilos", según ha explicado el investigador principal del estudio, Santi Gómez.

El propio hecho en sí de padecer obesidad o sobrepeso genera que, indirectamente, se tenga dificultad para perder los kilos de más, pues el menor tiende a relacionarse menos con sus compañeros, lo que hace que realice menos ejercicio físico, y que se tienda a una ingesta de alimentos más compulsiva y rápida como consecuencia de la ansiedad.

Además, a todo ello se suma que, tal y como se refleja en el trabajo, la prevalencia de obesidad infantil es mayor entre las clases sociales más desfavorecidas. Cuanto mayor es el porcentaje de escasos recursos, más elevado es el porcentaje de jóvenes que padecen obesidad, alcanzando el valor máximo (39,5%) para los viven en las zonas de pobreza relativa de hasta el 39,9 % . "Necesitamos aumentar el conocimiento científico para identificar las situaciones y tomar medidas eficaces para abordar este problema con un mayor rigor. Estamos ante cifras completamente inaceptables y muy graves, especialmente si se tiene en cuenta que la obesidad es cuatro veces más alta en las clases con rentas más bajas", ha comentado la directora de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, Marta García. Quien además, ha adelantado que este año, en la XII edición de los Premios NAOS, se va a premiar a los hermanos Gasol por su contribución a la lucha contra la obesidad infantil.

La dieta mediterránea

Los hábitos de alimentación son otros de los parámetros analizados en el trabajo, comprobando que sólo un 40% de la población infantojuvenil alcanza un nivel alto de adherencia a la dieta mediterránea. En este punto, el porcentaje de adolescentes (35,9%) que alcanza un nivel alto de consumo de este patrón alimentario es menor que el de los niños (45,7%9), siendo en ambas poblaciones un porcentaje "excesivamente bajo".

Al mismo tiempo, los expertos han alertado de que "demasiados"niños y adolescentes siguen hábitos de alimentación que van en "detrimento"de asegurar una buena calidad de vida como, por ejemplo, desayunar bollería industrial (31,7%), comer en un restaurante de comida rápida al menos una vez a la semana (23,1%) o consumir dulces y golosinas varias veces al día (22%). Por el contrario, sólo un 15,9 % de la población analizada declara consumir, al menos, cuatro razones de fruta y/o verdura al día.

Por otro lado, en lo que concierna a si cumplen las horas de sueño recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de 9 a 11 horas en el caso de los niños y de 8 a 10 horas en los adolescentes, el estudio ha puesto de manifiesto que la media de sueño diaria entre semana de los jóvenes que están en la adolescencia es de 7,78 horas, por debajo del límite mínimo aconsejado. Asimismo, un 40,9% de la población estudiada inclumple las recomendaciones de horas de sueño entre semana, ascendiendo el porcentaje de incumplimiento hasta el 48,1% los fines de semana. Entre semana, casi un 30% de los niños incumple las recomendaciones y más del 50% de los adolescentes.

España, en los puestos a la cabeza de Europa en obesidad infantil

También en el estudio destaca el grado de sedentarismo en esta población escolar. El 63,3% no alcanza los 60 minutos al de actividad física moderada o vigorosa recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), especialmente las niñas (70,1%). También, el 54,4% de los niños y adolescentes no cumple con las recomendaciones de uso de pantallas entre semana (fijadas en unos 120 minutos al día) y el 79,2% pasa más tiempo del recomendado delante de las pantallas durante el fin de semana, principalmente los chicos adolescentes. "Todos estos resultados constatan la realidad que vemos en el día a día. Ahora hay que seguir profundizando en estudios más específicos para ver qué factores son los que los propician", ha dicho la directora de la Fundación Probitas, Marta Segú.

Igualmente, se ha pronunciado el presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Serafín Romero, para destacar la importancia de que los profesionales sanitarios y, concretamente los médicos, intensifiquen la prescripción de hábitos saludables y la práctica de actividad física.

Finalmente, la directora ejecutiva de la Fundación Pau Gasol, Cristina Ribes, ha insistido en la necesidad de aumentar la inversión en políticas de prevención de la obesidad; pasando por poner en marcha intervenciones comunitarias para enfrentarse a esta "epidemia tan compleja"; aumentar las horas de actividad física tanto dentro como fuera de los centros educativos; elaborar un plan nacional contra la obesidad infantil con una asignación presupuestaria suficiente; asegurar políticas de reducción de la pobreza infantil incorporando acciones de promoción de estilos de vida saludable; hasta por asegurar entornos que favorezcan la adherencia terapéutica; garantizar los derechos de la infancia; aumentar la investigación sobre obesidad y salud en los niños; y reforzar la formación de los médicos, profesores o entrenadores, entre otros.

Conclusiones del Estudio PASOS

– Más del 60% de los menores no cumple las recomendaciones de actividad física. Este grado de incumplimiento se acentúa entre las niñas, que llega al 70,4 % recomendado, frente al 56% de los niños”.

– Casi el 80 % de niños/as y adolescentes excede el tiempo de uso de pantalla aconsejado por la Organización Mundial de la Salud (menos de 2 horas/día) en fin de semana.

– Más de un tercio de los menores presenta sobrepeso u obesidad. En los últimos años, la prevalencia de obesidad abdominal ha aumentado en un 7,9%.