Espacio

La última imagen de la sonda Cassini

Antes de desintegrarse, tras 20 años de misión, la sonda captó datos muy valiosos de la composición de la atmósfera de Saturno.

La última imagen de la sonda Cassini
La última imagen de la sonda Cassinilarazon

Antes de desintegrarse, tras 20 años de misión, la sonda captó datos muy valiosos de la composición de la atmósfera de Saturno.

Tal y como estaba previsto, a las 13:55 horas de ayer, hora peninsular española, la sonda Cassini se desintegró en la atmósfera de Saturno tras 20 años de servicio. «Este es el final de la misión, espero que todos estéis orgullosos de este increíble éxito», dijo un emocionado Earl Maize, jefe del programa a todo su equipo, que respondió con un largo aplauso. No es para menos. La sonda que la NASA envió hace 20 años, bautizada en honor a Giovanni Casinni (el astrónomo italiano que en el siglo XVII descubrió cuatro de las lunas de Saturno), ha desvelado secretos increíbles del sexto planeta del sistema solar como ninguna otra nave lo había hecho: fue la primera en adentrarse entre sus famosos anillos y descubrir a Encelado y Titán, dos lunas que podrían ser potencialmente habitables.

Desde el Centro de Propulsión a Chorro de Pasaderma, los ingenieros de vuelo de esta nave siguieron sus últimos intantes. El último viaje de la sonda se planeó como un suicidio asistido para evitar que se descontrolara e impactara contra esas dos lunas tan particulares. La nave, de 2,5 toneladas, emprendió su viaje final a las 13:53 horas. Sus propulsores empezaron a funcionar al 10% de su capacidad para manetener la estabilidad direccional y permitir que la antena siguiese apuntando a la Tierra y pudiera transmitir datos. Un minuto después, los propulsores pasaron a funcionar al cien por cien de su capacidad para entrar en Saturno. Pero las fuerzas atmosféricas del planeta anillado anularon en muy poco tiempo la capacidad de Cassini. En este momento, que según los científicos de la misión tuvo lugar a unos 1.510 kilómetros por encima de las nubes de Saturno, la comunicación de la nave espacial cesó, concluyendo la misión. La nave espacial cayó a toda velocidad, a más de 113.000 kilómetros hora, y debió romperse como un meteorito momentos después, informaron desde la NASA. La confirmación de la muerte esperada de la naves se produjo a las 13.55 horas. Pero Cassini realmente se quemó como un meteorito 83 minutos antes, el tiempo que tardan las señales en llegar al receptor establecido en la Tierra. En las horas previas a su final, la nave tomó sus últimas imágenes del sistema de anillos de Saturno y de sus increíbles satélites Encélado y Titán. «Los últimos segundos de la misión Cassini fueron una primera degustación de la atmósfera de Saturno y se convertirán en una leyenda», dijo un emocionado Mike Watkins, director del Laboratorio de Propulsión. En efecto, los datos obtenidos ayer son los que más expectación generan entre la comunidad científica. «La exploración de las entrañas de Saturno podría recabar medidas más exactas sobre su campo de gravedad, lo que serviría para calcular el tamaño de su centro rocoso», consideró por su parte el ingeniero Luis Morales, quien lleva vinculado al proyecto desde 1991, cuando este aún se encontraba en su fase de gestación. Además, los últimos datos recopilados por la nave antes de su desintegración podrían servir para analizar la intensidad de los vientos de Saturno y la vibración producida por el campo magnético del planeta, lo que podría arrojar luz sobre su índice de rotación interna. Eso por no hablar de las imágenes únicas y, posiblemente, irrepetibles obtenidas por la nave en su épico descenso a los infiernos. Una vez despedido a Cassini, los científicos ya están ansiosos por regresar y profundizar en los mundos húmedos y salvajes de Encelado y Titán. Las propuestas están bajo consideración de la NASA, pero aún no hay nada oficial. Lo que sí se planea para el año 2020 es enviar una órbita a una luna de Júpiter que se cree que tiene un océano global que podría ser compatible con la vida. «Sí, realmente queremos regresar, es un sistema maravilloso, no queremos dejarlo solo», adelantaron desde la dirección de la agencia espacial.