Salud

Las webs proanorexia se multiplican por mil

Sólo un 3% de estas páginas se retiran porque no existe ninguna norma que las prohíba. Los expertos que tratan con sus usuarias denuncian que «pueden causar hasta la muerte»

Una de las 14 imágenes de la exposición fotográfica «32 kilos»
Una de las 14 imágenes de la exposición fotográfica «32 kilos»larazon

«Me siento terrible, yo abandoné a Ana y soy el doble de cuando empecé». «Ana y Mía son muy comprensivas y, si nos esforzamos, volverán a nuestro lado». «Llevaba con Ana y Mía durante cinco años, pero me puse en tratamiento y me he puesto como una vaca, una cerda». Ana es anorexia y Mía es bulimia. Miles de foros y webs están inundados de mensajes de adolescentes que camuflan estos gravísimos trastornos alimenticios bajo unos sobrenombres que ya no engañan a nadie. Se autodenominan «princesas» y «hadas» y ofrecen consejos tremendamente dañinos para la salud. El pasado mes de marzo, el Senado rechazó la prohibición y cierre de estos contenidos on-line. Y el problema continúa multiplicándose.

Según la Asociación contra la Anorexia y la Bulimia (Acab), las entradas en internet dedicadas a Ana y Mía han pasado de poco más de 400.000 resultados en 2011 a 5,8 millones en la actualidad. Un crecimiento superior al 1.000 por ciento. Como explica Marta Voltas, directora de Acab, «estas páginas no tienen ningún control. La Policía ya hace bastante, pero sólo se puede acoger a la libre voluntad de los proveedores de estas webs. No tienen fundamentos jurídicos para cerrarlas». Así, en la mayoría de casos, sólo pueden pedir cortésmente al responsable de la página que la cierre. ¿El resultado? Sólo un 3 por ciento acaba cediendo. Quizá, porque el Centro de Seguridad de Internet en Cataluña, organismo con el que trabaja Acab, ha comprobado «que muchas de estas páginas están dinamizadas por la misma persona. Es una situación de vacío legal. Al no haber regulación, la eficacia es muy baja». Cada mes, pueden llegar a investigar hasta 40 páginas diferentes, pero no pueden cerrarlas.

«Cada vez hay más. Y pueden causar hasta la muerte», asegura Rosa Sanz, responsable de la Asociación en Defensa de la Atención a la Anorexia Nerviosa y Bulimia (Adaner) en Málaga. «Ellas se tienen que refugiar en algo, no tienen con quién hablar, y entran en estas páginas. Se convierte en una adicción porque creen que les resuelven conflictos, pero es a través de una vía mala y rápida», añade. Han visto casos de jóvenes totalmente enganchadas a estos contenidos, pasando unas 14 horas diarias. Calcula que, de cada diez niñas, seis son adictas a estos contenidos. «Tenemos el caso de una niña de sólo 15 años que está enganchadísima, y que tiene un índice de masa corporal de 14», asegura Sanz.

De todo lo que ha podido leer en los blogs, lo que más critica Sanz es lo que se conoce como «carreras». «Es cuando dicen: “Esta semana, ¿cuánto bajamos de peso? La que baje más tendrá un premio; la que no, la echamos del grupo”». En estas «competiciones» se leen cosas como: «Hoy no he podido, al final he comido, pero lo he vomitado después». O aconsejan beber vasos de agua para que, cuando la joven tiene que ir a un reconocimiento médico, el especialista pueda comprobar que su índice de masa corporal es normal.

Por supuesto, las autolesiones no les han pasado desapercibidas a las asociaciones. Desde Acab apuntan a que estas autoagresiones, como realizarse cortes en brazos y piernas, han aumentado en los últimos tres años. «Tienen una doble función. Justifican estos cortes como una forma de castigo por tener hambre y también para distraer las ganas de comer», dice Voltas. «Cuando una persona siente mucho vacío interior y mucha incorporeidad, niega su propio cuerpo», añade.

Retoque digital para concienciar

La artista alemana Ivonne Thein ha usado el Photoshop con una intención diferente: concienciar a las jóvenes de los peligros de la extrema delgadez. Mientras en las campañas de publicidad se utiliza este programa informático para reducir los centímetros de cintura y crear a la «mujer perfecta», lo que busca Thein es demostrar que el ideal de delgadez actual queda lejos de representar la belleza. Su trabajo se basa en realizar una sesión fotográfica con varias modelos y, después, mediante el programa informático,. retoca cada muslo, cada cintura y cada brazo de las modelos para que parezcan entes, cuerpos completamentes esqueléticos. Lo sorprendente es que, aunque parezca mentira, las jóvenes que sufren esta enfermedad perciben como bonitas este tipo de imágenes. Es más, existe un hashtag en Twitter, #thininspiration, al que cada día se suben nuevas imágenes y en el que las chicas muestran cómo se les marcan las costillas o les sobresalen los huesos de las caderas