Religión

León XIV recibe una nueva cruz pectoral con la reliquia de un obispo español asesinado en la Guerra Civil

El Pontífice ha recibido una reliquia especial con restos de cuatro figuras destacadas en la historia de la Iglesia

El Papa León XIV
El Papa León XIV Europa Press

El Papa León XIV ha recibido una reliquia especial con restos de cuatro figuras destacadas en la historia de la Iglesia. Se trata de una nueva cruz pectoral, elaborada en plata y obsequiada al Santo Padre por el Círculo de San Pedro el día de su elección, en la que se han insertado fragmentos óseos ('reliquias ex ossibus') de cuatro obispos venerados por su santidad y legado, entre ellos un español asesinado en la Guerra Civil.

Según informó la Iglesia en Aragón, esos fragmentos son de San León Magno, el 45º Papa que vivió entre los siglos IV y V. "León Magno fue un férreo defensor de la unidad de la Iglesia, luchó contra las herejías y afirmó la primacía del obispo de Roma, dejando además un importante legado litúrgico. Junto a él, también han sido incluidos en la cruz los restos de San Agustín de Hipona, Santo Tomás de Villanueva y el beato Anselmo Polanco, mártir y obispo de Teruel".

La iniciativa de convertir la cruz pectoral en un relicario surgió del Padre Bruno Silvestrini, custodio del Santuario Apostólico y miembro de la comunidad agustiniana de la Sacristía Pontificia. Inspirado por el deseo de León XIV de encomendarse a la guía y protección de San León Magno, el religioso propuso enriquecer la cruz pectoral con reliquias de santos que tuvieran un significado especial para el nuevo Papa.

Para este encargo, Silvestrini recurrió al experto artesano Antonino Cottone, quien ya había trabajado en una cruz similar regalada a León XIV (entonces cardenal Prevost) por la Curia General agustiniana en 2023, en la cual también se incluía una reliquia del Obispo Polanco. Cottone, conocido por emplear técnicas tradicionales medievales, se puso manos a la obra con dedicación y precisión. En apenas dos horas de trabajo minucioso, Antonino Cottone dio forma a una pequeña cruz que albergaría las preciadas reliquias. Utilizó filigranas de papel dorado ('paperoles') sobre moaré rojo, un tejido que imita vetas de madera o mármol con un efecto iridiscente. Cuatro diminutas flores de papel sostienen los fragmentos óseos de los obispos.

"Finalmente, la cruz relicario fue colocada en el interior de la cruz pectoral de plata del Papa. El propio artesano se la entregado personalmente a León XIV, colgándosela al cuello con emoción y reverencia. El Papa, visiblemente conmovido, recibió con alegría este objeto que refuerza su vínculo con los santos y le recuerda la responsabilidad espiritual que asume como guía de la Iglesia", detalló la Iglesia en Aragón en su web donde aglutina informaciones sobre las distintas diócesis de la región.

Agustino asesinado

Según la biografía elaborada por la Orden de San Agustín (OSA), de la que fue prior general León XIV, el beato Anselmo nació el 16 de abril de 1881 en el municipio palentino de Buenavista de Valdavia. Recibió el hábito agustiniano el 1 de agosto de 1896, de manos de su tío, el P. Sabas Fontecha. Estuvo en Alemania y Filipinas y visitó las misiones de la orden en varios lugares del mundo.

El Papa Pío XI le nombró, el día 21 de junio de 1935, obispo de la diócesis de Teruel y Administrador Apostólico de Albarracín, donde desarrolló una intensa labor pastoral.

"Al estallar la guerra civil española, en 1936, decide voluntariamente quedarse en Teruel, acompañando a sus feligreses en esa situación de conflicto bélico y, en el caso de la Iglesia Católica, de persecución religiosa. Todo se agrava entre el 15 de diciembre de 1937 y el 22 de febrero de 1938, cuando tiene lugar la Batalla de Teruel. Mons. Anselmo Polanco celebra, el día 1 de enero de 1938, su última misa en el seminario de Teruel y, el 8 del mismo mes, es apresado, permaneciendo arrestado durante trece meses", relató la OSA en una información recogida por Servimedia.

La biografía continúa con la fecha del 7 de febrero de 1939, "con el resto de mártires del grupo, Mons. Anselmo es maniatado y llevado en un camión hasta Can Tretze, donde se les obliga a subir a pie hasta el lugar de suplicio". "En tres tandas de fusilamiento caen los cuerpos al barranco. Entre ellos se encuentra también el del Vicario General de su diócesis, el presbítero don Felipe Ripoll. De esta manera, Anselmo y Felipe, rubrican con su sangre su fe en Cristo y su fidelidad a la Iglesia", añadió la nota biográfica.

El papa San Juan Pablo II elevó a ambos a los altares el 1 de octubre de 1995, siendo la fecha del 7 de febrero de 1996 en la que, por primera vez, se celebró su fiesta litúrgica.