Casa Real
Leonor, un «peluche» juguetón
Puede que muchos crean que la asociación entre un ovillo de lana y un felino no es más que un tópico, pero no es así. Ejemplo de ello es Leonor, una gata de seis años, de abundante pelaje color grisáceo, ojos amarillos y alrededor de cuatro kilogramos de peso, para la que una de sus mayores diversiones es jugar con las bolas de lana que utiliza una de sus dueñas para tejer. Leonor llegó a la vida de sus amos en forma de presente. «Me la regaló mi madre por mi cumpleaños», comenta Águeda, su mejor amiga de dos «patas». «Nada más verla, me la quise comer a besos; parecía un peluche», afirma su ama. El nombre de este felino responde al de la primogénita de los Príncipes de España, ya que cuando se lo pusieron la Infanta Leonor acababa de nacer. «Cuando vino a casa por primera vez, se mostró bastante tímida, tal es así que se escondió debajo de la cama y tardó en salir», afirma Águeda, y añade que, «sin embargo, tardó poco en coger confianza y se volvió muy cariñosa y juguetona. Es la alegría de la casa».
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