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Liberado un empresario de Castellón víctima de un secuestro virtual en México
La Guardia Civil, en colaboración con las autoridades mexicanas, ha liberado a un empresario de Castellón víctima de un secuestro virtual en la ciudad mexicana de Monterrey, un delito que se ha extendido en ese país como forma de obtener dinero rápido.
Según ha informado el instituto armado, el secuestro tuvo lugar el pasado domingo después de que el empresario, del sector del azulejo, recibiera una llamada en el hotel donde se hospedaba de una persona que se hizo pasar por agente de un departamento de seguridad mexicano.
Tras convencerle para que abandonara la habitación, comprara un teléfono móvil mexicano y se trasladara a otro hotel que ya le habían reservado los secuestradores, éstos se pusieron en contacto con los allegados de la víctima, a los que exigieron 100.000 euros de rescate si querían que el empresario siguiera con vida.
Los falsos agentes le dijeron que se iba a desarrollar en el hotel una importante operación policial y que era mejor que lo abandonara y se hospedara en otro que le indicaron, aunque antes debía comprar un móvil mexicano para poder mantener el contacto.
Ya en el otro hotel, los delincuentes le advirtieron por teléfono de que estaba secuestrado y vigilado, además de amenazarle de muerte y exigiéndole que no desconectara el teléfono en ningún momento.
Tal y como señala la Guardia Civil, fue un allegado de la víctima quien alertó al instituto armado de la extorsión a la que estaba siendo sometido y de la exigencia de los secuestradores de dinero para su liberación, que tenían que ingresar en pequeñas cantidades en una agencia especializada en esos envíos.
Inmediatamente la Guardia Civil de Castellón y el Equipo de Secuestros y Extorsiones de la Unidad Central Operativa (UCO) de este cuerpo activaron los correspondientes protocolos de actuación, como el contacto y asesoramiento a la familia o la comunicación del caso a las autoridades mejicanas.
Por los detalles aportados por los denunciantes y tras varias gestiones, los agentes constataron que se trataba de un secuestro virtual y asesoraron al interlocutor con el que trataban telefónicamente los secuestradores sobre cómo debía negociar.
Mientras tanto, los agentes del Equipo de Secuestros lograron localizar el lugar donde estaba retenida la víctima, que durante las diez horas en las que estuvo extorsionado siguió las instrucciones que telefónicamente le daban sus secuestradores convencido de que le estaban vigilando de cerca.
Los agentes se aseguraron de que la vida del empresario no corría peligro, pudieron contactar con ella y le instruyeron sobre la forma de abandonar la habitación del segundo hotel y dirigirse a un lugar seguro, donde las autoridades mejicanas se harían cargo de la situación.
Este es el cuarto secuestro virtual con víctimas españolas que se ha producido en apenas dos meses en México, entre ellos el de un empresario catalán, liberado con la intervención de los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil, y el del grupo musical Delorean, en cuya resolución participó la Policía Nacional.
Hay varios tipos de secuestros virtuales. El más fácil, y con muchas posibilidades de que la víctima "pique", es el que consiste en reclamar por teléfono a una persona una cantidad de dinero, que debe ingresar en una cuenta, a cambio de no hacerle daño a un familiar supuestamente secuestrado.
Generalmente se paga el rescate y los secuestradores, que han conseguido previamente datos del supuesto secuestrado, aprovechan que su víctima está volando o en un acto con el móvil apagado, para llamar a los familiares o la empresa donde trabaje y pedir el dinero.
Una variante de secuestro virtual algo más sofisticada, y que es la que se ejecutó en el caso del empresario de Castellón, consiste en aislar a la víctima -en general extranjeros y con frecuencia de habla hispana- después de haberla convencido por teléfono de que abandone el hotel o lugar donde se encuentre y se dirija a otro que los extorsionadores le indiquen.
Antes, y en el camino, deberá apagar su móvil y adquirir otro terminal mexicano, con el que le tienen controlado las 24 horas.
Jamás hay contacto físico entre secuestrado y secuestradores, pero es tal la presión telefónica a la que se somete a la víctima, a la que amenazan de muerte, que ésta se convence de que sufre un secuestro real.
Colgar y apagar el teléfono después de escuchar lo necesario sin dar detalles personales, intentar que el número de móvil que vaya a usar lo tenga sólo el círculo más inmediato, no pagar el rescate porque pueden sucederse otras extorsiones y avisar a las fuerzas de seguridad son consejos de la Guardia Civil para las posibles víctimas.
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