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Licuar cáscara de aguacate y vinagre: por qué recomiendan hacerlo y para qué sirve

La fruta es muy consumida y tiene multitud de propiedades positivas para la salud, pero la piel suele desecharse y también es muy útil

Aguacate
AguacateDreamstime

Cuando compramos un aguacate solemos centrarnos en su pulpa y descartamos la piel sin pensar en su potencial. Es un alimento muy recomendado, con un consumo ideal es de unos 60 gramos, lo que equivale a medio aguacate de tamaño pequeño o mediano al día, según los expertos. Es una fruta con propiedades ideales para el cuerpo humano ya que contiene grasas buenas, no contiene azúcar, es una buena fuente de fibra, reduce la presión arterial y previene de colesterol, pero sus beneficios no acaban ahí.

La cáscara esconde un concentrado de elementos beneficiosos como son el calcio, magnesio y fósforo, que resultan imprescindibles para la salud del sustrato y el desarrollo de las raíces. Si además se combina con vinagre, se obtiene un preparado casero con doble función: nutrir y proteger.

Estos son los beneficios de licuar aguacate y vinagre

La idea ha ganado adeptos y cada vez es más utilizada entre quienes cultivan en macetas o mantienen jardines pequeños porque aprovecha residuos domésticos y evita químicos industriales. La parte exterior del fruto aporta minerales que, al ser triturados y liberados en forma líquida, enriquecen la tierra. Por su lado, el vinagre actúa como agente antimicrobiano y antifúngico natural, útil para combatir hongos y ciertos insectos que atacan brotes y raíces.

Al batir la cáscara con la mezcla ácida se consigue un fertilizante líquido de fácil aplicación. Su uso regular refuerza la estructura del terreno y favorece raíces más fuertes, traduciéndose en plantas con mayor vigor y capacidad para absorber agua y nutrientes. Además, la acción protectora ayuda a mantener a raya enfermedades fúngicas y algunas plagas comunes en huertos urbanos.

¿Cómo se debe preparar?

Para hacer útil la mezcla anunciada, se deben seguir cuatro sencillos pasos. Son los siguientes.

  • Limpieza: enjuaga la piel del aguacate hasta eliminar restos de pulpa.
  • Mezcla: coloca las piezas limpias en la licuadora y añade medio litro de vinagre diluido en agua. La proporción debe ser una parte de vinagre por dos de agua.
  • Triturado: procesa hasta lograr un líquido homogéneo.
  • Filtrado: si prefieres evitar trozos, pasa la mezcla por un colador antes de usarla.

Estas son sus aplicaciones

En macetas y parterres, riega directamente el sustrato con este líquido cada dos o tres semanas. Se debe evitar verterlo sobre hojas tiernas sin diluir más, porque la acidez puede producir quemaduras foliares. Su incorporación al compost casero resulta especialmente útil: acelera la descomposición y enriquece la mezcla final con minerales que después beneficiarán al huerto.

Es sostenible, pero se deben tomar precauciones

Aunque es una receta natural, conviene no abusar. Un exceso de acidez puede alterar el pH del suelo y perjudicar especies sensibles. Antes de aplicarlo de forma generalizada, prueba en una planta aislada y observa la reacción durante unas semanas. Asimismo, si buscas un efecto específico contra plagas persistentes, valora combinar este remedio con otras prácticas de manejo integrado —rotación, control biológico y buena higiene del cultivo— en lugar de depender únicamente del preparado.

Más allá de su utilidad hortícola, este método promueve la economía circular en el hogar: reduce desperdicios y transforma restos en un recurso útil. Para aficionados y jardineros urbanos que buscan alternativas respetuosas con el medio ambiente, licuar la cáscara de aguacate con vinagre es una propuesta fácil, económica y respaldada por la lógica nutritiva y protectora de sus componentes.