
Hogar
Limpiar las ventanas con un tenedor: el truco que hará que los cristales se mantengan como el primer día
El empleo de los utensilios correctos hará que el proceso se lleve a cabo con el mejor rendimiento posible. No quitar eliminar el polvo en los hogares puede suponer problemas respiratorios

La limpieza de los hogares es una tarea que, inevitablemente, es obligatoria casi todos los días, ya que hay lugares de la casa que requieren un mantenimiento más continuado que supone procesos de aseo muy minuciosos. Sin embargo, hay algunos en los que no se requieren procedimientos muy repetidos en el tiempo, aunque estos no deben ser ignorados ya que lo más recomendable siempre es eliminar la pulcritud de todos los rincones.
No solo debe ser una obligación para mostrar educación y respeto hacia los invitados, ya que vivir en un buen ambiente donde todo esté higienizado evita posibles problemas de salud, aunque parezca mentira. En este sentido, el objetivo para todos aquellos que tengan el descuido o la flojedad debido a la tardanza o a las repeticiones que suponen cumplir con estas funciones, lo correcto sería ir marcando una rutina para que, poco a poco y sin freno, se vaya limpiando el hogar.
No limpiar frecuentemente el hogar puede suponer enfermedades respiratorias
Aunque son varios los que creen que con quitar un poco el polvo más visibles es suficiente, la realidad es que esto es lo menos recomendable, ya que se pueden integrar en los muebles y provocar su deterioro o el mal olor debido a sus partículas orgánicas. Por supuesto, su no limpieza puede provocar efectos nocivos con respecto a problemas respiratorios, como pueden ser el asma o el aumento de la presencia de las alergias.
No toda la suciedad se reduce a la presencia del polvo en el suelo, ya que la existencia de cal en las tuberías y roña en las juntas de la ducha son elementos que, así mismo, deben ser eliminados, como también los que sobresalen de las ventanas. Algunos de los principales desafíos de lavar estos cristales son eliminar las marcas de huella y las manchas que contrastan su brillantez. Asegurarse de su buena higienización también garantizará que los residuos no dañen el cristal, por lo que la durabilidad de los mismos será mucho mayor.
¿Qué es lo mejor para limpiar las ventanas?
Pueden surgir dudas sobre qué productos emplear para limpiar una ventana, pero la realidad es que también se deben usar los utensilios correctos para que el proceso se lleve a cabo con el mejor rendimiento posible. Algunos de los elementos que más se usan son los recipientes con agua fría en los que se puede incluir el detergente y el vinagre, como también lo son los clásicos paños que eliminan los restos de pulcritud.
En algunos hogares también es muy común ayudarse de una escobilla de goma para limpiar el agua del cristal sin dejar ninguna marca, como pueden ser las líneas pequeñas o los rayajos blancos, pero también existe otra herramienta que ayudará a que se consigan los mejores resultados.
¿Cómo se puede limpiar una ventana con un tenedor?

Se trata del tenedor, un cubierto que servirá de apoyo para que limpiar todos los rincones de una ventana sea mucho más sencillo. A simple vista, puede parecer que este instrumento, el cual se emplea para comer y que tiene cuatro púas con las que se pinchan los alimentos más sólidos, no sirve de nada y que surgiría la posibilidad de estropear más una ventana. Sin embargo, el tenedor no debe ser empleado directamente sobre estos cristales, sino sobre una esponja.
Este utensilio, que es elástico y suave, debe ser envuelto por el cubierto, justo por la zona de sus cuatro dientes. Con este método, se podrá ir raspando poco a poco la suciedad de las bisagras, los junquillos, el marco o la cremona (manillar); si se quiere aplicar sobre el cristal, se deberá hacer de forma suave para no rayarlo ni estropearlo.
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