
Sanidad
Casi 850.000 personas en espera para operarse en la sanidad pública
Nuevo récord de listas de espera. El más alto desde que hay registros. La vilipendiada sanidad madrileña es en la que menos días se aguarda, 51, frente a la media de 128

El día de hoy es un día negro para la sanidad pública y, 2023, su peor año. El Ministerio de Sanidad dió a conocer esta mañana los datos de listas de espera para operaciones no urgentes y para ser atendido por un especialista a 31 de diciembre de 2023. Unas sonrojantes cifras que muestran que 850.000 ciudadanos estaban en espera para someterse a una intervención en un centro sanitario de alguna de las 17 comunidades autónomas, Ceuta o Melilla a finales del año pasado, uno de cada cuatro desde hace más de seis meses.
Se trata de un dato sin precedentes que fulmina los anteriores récords y que, además, supone un aumento del 7% respecto a diciembre de 2022 y 30.000 personas más que en los primeros seis meses de 2023. En concreto, el número de pacientes aguardando operarse desde que gobierna Pedro Sánchez ha aumentado un 45%, pasando de 584.018 en el año 2018 a 849.535 en 2023.
El total de personas registradas en una lista de espera, objetivamente, muestra el volumen de indicaciones quirúrgicas programables que hay pendientes en un momento dado, pero lo que realmente objetiva la situación es que esos pacientes sean atendidos en unos tiempos adecuados.
En este sentido, el tiempo medio de espera para ser intervenido se situó en 128 días, 8 días más que el mismo periodo de 2022, y el porcentaje de pacientes con una espera superior a 6 meses se incrementó en 3,5 puntos respecto a diciembre de ese mismo año.
Atendiendo a las especialidades médicas con mayor acumulación de pacientes en espera la primera fue traumatología, con 206.000, seguida de oftalmología, con 178.000, y cirugía general y del aparato digestivo, con 156.000.
Por días de espera, la especialidad con mayor tiempo medio sigue siendo cirugía plástica, con 239 días, seguida de neurocirugía con 213 días, y traumatología, cuyos pacientes llevaban esperando un promedio de 149 días.

La de cataratas, la lista más larga
Respecto al tipo de intervención, la que más personas necesitan en nuestro país es la de cataratas (129.548), seguida de las de hernias inguinal o crural (41.000), de la extracción de la vesícula biliar –colecistectomía– (20.500), y de la artroscopia –procedimiento para diagnosticar y tratar problemas en las articulaciones– (18.192).
Ante lo abrumador de las cifras, la ministra de Sanidad, Mónica García,ha pasado "la pelota" a las comunidades autónomas, señalando que "son ellas las que tienen que ejecutar las políticas para que las listas de espera no sean inasumibles". "Desde el Ministerio de Sanidad somos conscientes del problema que son las listas de espera, no solamente en cantidad, sino también en calidad", aseguró al ser preguntada sobre los datos en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
En este sentido, se comprometió a "volver a regular las listas de espera" ya que, a su juicio, el real decreto por el que se rigen, el RD 605/2003, "ha quedado completamente obsoleto". Además, sumó aún más "propósitos" a su larga lista al anunciar que quiere incluir la salud mental dentro del RD de homogeneización de listas de espera.
También recordó que, en el último Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, se propuso"un grupo de trabajo para abordar el buen diagnóstico en las listas de espera".
Los buenos datos de Madrid
Por comunidades, la vilipendiada sanidad madrileña fue en la que menos tiempo se esperó para una operación quirúrgica, 51 días, frente a los 128 días de media nacional, es decir, 77 días menos. Además, el porcentaje de pacientes que aguardaron más de seis meses para ser intervenidos fue el menor de toda España, un 0,8%.
Los territorios que, a 31 de diciembre, tenían más pacientes esperando por encima de seis meses fueron Cantabria (39%), Andalucía (38%), Extremadura (35%), Cataluña (30%), Aragón (28%), Canarias (27%), Ceuta (25%) y Castilla y León (23 %).
Aún con todo, el pasado mes de marzo, la CAM finalizó con 1.003.721 pacientes en lista de espera, tras sumar en conjunto los tres tipos de listas que publica –es la única región que lo hace– (aquella cuya espera es atribuible a la organización y recursos disponibles, la respectiva al rechazo de derivación y la de operaciones transitoriamente no programables), según los datos oficiales de la Consejería de Sanidad, consultados por Ep.
"¿Qué es mejor, tener 3.000 pacientes en lista de espera y que esperen 128 días o tener un millón de pacientes y que esperen 50 días para una intervención?", ha señalado Fátima Matute, consejera de Sanidad de la CAM. "Pues eso es lo que hacemos en la Comunidad de Madrid, tenemos una gestión eficiente para tratar tanto a los madrileños como a los de fuera de la región". "Y podemos hacerlo gracias a que disponemos de 88 centros, servicios y unidades de referencia, y eso hace que mucha gente venga a tratarse aquí. Atendemos 40.000 cirugías al mes y 2.4 millones de pruebas diagnósticas, 5,1 millones de primeras consultas y 8 millones de procedimientos al año", ha explicado.
Respecto a la situación en el resto de comunidades autónomas, Extremadura fue la región con mayor tiempo medio de espera, con 181 días, seguida de Andalucía, con 174. La media de espera en Cantabria fue de 173 días. En Canarias, la cifra se situó en 147 días, en Aragón, en 146, y en Cataluña, en 138.
101 días para ver a un especialista
A 31 de diciembre de 2023, 81 de cada 1.000 personas en España estaban registradas en una lista de espera para una primera consulta con un especialista. Aunque dicha tasa es inferior en 4 puntos a la de diciembre de 2022, el tiempo medio de espera para estas personas fue de 101 días, seis más que en ese mismo periodo del año anterior.
Por otro lado, la proporción de pacientes que tenían una cita asignada con más de dos meses de espera fue del 56%.
Las especialidades con mayores retrasos fueron neurología, con 130 días, dermatología, con 124 días y traumatología, con 108. Los menores tiempos de espera se observaron en cirugía general, con un promedio de 57 días para consulta, y en ginecología (72 días).
Por CC AA, en Canarias (149 días), Andalucía (143) y Navarra (114) fue donde los pacientes tuvieron que esperar más tiempo para ser atendidos en una consulta de Atención Especializada hospitalaria. Por el contrario, las regiones o ciudades autónomas con menos días de retraso fueron Melilla (29), La Rioja (54), Ceuta (58), Castilla-La Mancha (60) y País Vasco (61).
Madrid registró también buenos datos en este indicador, con un tiempo medio de espera de 67 días (frente a, por ejemplo, los 97 de Cataluña), muy por debajo de la media nacional de 101 días.
En el año 2023, el incremento de entradas en la lista de espera para una operación programable no urgente fue de un 5% respecto al año previo. Las salidas por intervención aumentaron un 8% respecto a 2022, pero tal incremento no fue suficiente para disminuir los tiempos de espera.
Las listas de espera, junto a la deuda y el tiempo de pago a los fabricantes de tecnología sanitaria, son los indicadores de referencia para medir el estado de salud de un sistema sanitario. Y el nuestro lleva años dando muestras de una profunda agonía.
La amenaza de vetar la mayoría de los conciertos
Mientras los pacientes esperan y esperan por operaciones y consultas que no llegan, la ministra de Sanidad quiere cerrar la puerta del sistema público de salud a la gestión privada, y tirar la llave lejos. Así lo ha puesto de manifiesto desde el mismo día de su nombramiento pero, más concretamente, en estos últimos días en los que ha amenazado con una ley, la de Gestión Pública del SNS, que vetará no todos pero sí gran parte de los conciertos y convenios, dejándolos exclusivamente para "cuestiones coyunturales y no de forma sustitutoria o estructural".
Ante el grave problema estructural de las listas de espera – y otros muchos que asfixian a la sanidad pública- García propone rebanar la colaboración existente en la actualidad con la sanidad privada sin compensarla con un incremento de los recursos públicos o la implantación de un sistema para medir indicadores que permitan saber la productividad del SNS y sus resultados. Si la intención de la ministra llega a concretarse, probablemente los datos de 2024 vuelvan a batir todos los récords.
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