Llega la «foliorexia»

El reto «A4challenge» ya es un éxito en las redes sociales. ¿Cuál es la meta?: que tu cintura no mida más de 21 centímetros, el ancho de un folio A4. Los expertos alertan del peligro de fomentar la anorexia o la bulimia

¿Cuánto mide su cintura? ¿Cabe dentro de las medidas de un folio A4? Son exactamente 21 centímetros, el ancho de una hoja de papel. Es la última «locura» que circula en las redes sociales, sobre todo en Instagram y Snapchat, y que no hace más que incitar al trastorno alimentario. Este nuevo «reto» ha nacido en China, como muchas de estas insanas modas, donde la obsesión por el fitness y la delgadez obliga a sus jóvenes a buscar un cuerpo irreal. Esta campaña se inició entre las mujeres que practican deporte, pero ya se ha extendido por todos los países y son centenares las que no han dudado en hacerse una foto delante del espejo con el folio delante para demostrar que su cuerpo «encaja» con ese falso cánon de belleza. «Desafio completado», «90-A4-90», publica otra «instagramer»; «sólo necesitaba hacerlo», añade otra que sube su imagen demostrando que su cintura es lo suficientemente fina como para entrar en un A4.

«Este tipo de desafíos no nos ayudan en nada a la hora de tratar a las chicas que sufren estos trastornos», afirma María del Mar González, psicóloga y ex directora de la Unidad de Trastornos de Conducta Alimentaria (USTA). Es cierto, como indica la experta, que existe una clara diferencia entre «el exagerado culto al cuerpo que se promueve a través de las redes sociales y que puede llevar a situaciones escatológicas y el momento en que las chicas empiezan a quedar para retarse». A lo que se refiere la psicóloga es a los movimientos «proAna» (anorexia) y «proMia «(bulimia) que son muy perjudiciales para las jóvenes que sufren este tipo de problemas mentales. «Es a través de páginas que promueven la anorexia y la bulimia donde empiezan retos especialmente preocupantes, como las carreras de kilos por las que las algunas de ellas terminan comiendo, únicamente, hielo», explica la doctora.

La «foliorexia» o el «#A4challenge» («hastag» con el que suben las fotos a las redes sociales) también se ha convertido en una especie de reto y es «en ese momento cuando aparece el peligro. Cuando empiezan a medirse unas con otras, a buscar la aceptación social», es cuando estas «modas» comienzan a preocupar seriamente a los especialistas. Y es que «muchos de estos trastornos se inician por la deseabilidad social de estas chicas. No importa que provengan de un buen nivel social».

Las madres de jóvenes afectadas por este tipo de trastornos de la alimentación no han tardado en denunciar la permisividad con la que las redes sociales tratan este tipo de «desafíos». «Tenemos nuestra fuerza para combatir esta plaga, ahora con el sobrenombre de #A4challenge. Denunciemos todos los contenidos que hagan referencia a esta atrocidad. Señores que rigen Instagram, ¿no se dan cuenta de lo que están potenciando?», escribía Lidia Amella en la página de Facebook a través de la cual intenta que se eliminen estas páginas donde «compiten» las jóvenes. Amella, como explica a LA RAZÓN, no entiende «cómo se puede permitir que estas fotos se puedan colgar en las redes sociales». Otra de las madres que participa en esta lucha insiste en «la doble moral que tienen desde Instagram. Mientras no enseñen una teta, no pasa nada», afirma, tras denunciar en las pestañas de Facebook e Instagram, que lo permiten, este tipo de imágenes. Y es que a través de la página «Basta Ana y Mia», las madres que luchan contra estos sitios web insisten en la necesidad de que se regulen y «se eliminen automáticamente» porque, como indica González, lo único que consiguen este tipo de campañas y de webs es «crear un bucle obsesivo entre las jóvenes» y las páginas que promueven la extrema delgadez «terminan siendo sectas, son terroríficas y las chicas se ven abducidas por ellas».

Es cierto que las fotos denominadas «thininspiration» (inspiración de la delgadez) y dentro de las que se incluiría el reto A4 , «son sólo la punta del iceberg de estos problemas alimenticios. Existen una serie de variables de personalidad que predisponen más a unas que a otras», afirma la psicóloga.

Aunque a las consultas cada día llegan más casos de chicos con problemas de anorexia o bulimia, «son ellas las que siguen superando el número. Por cada dos casos de hombres, se dan ocho de mujeres». Entre los jóvenes, como indica González, «es más habitual que tengan casos de vigorexia, aunque son pocos los que llegan a consulta». La especialista también detecta rápidamente a las jóvenes que han caído en las redes de estas webs «proana» y «promia»: «Es mucho más difícil llegar a ellas, saben cómo intentar mentirnos. En las mismas páginas les enseñan a engañarnos, a usar trucos para pesar más».

De acuerdo con la psicóloga, «cada vez es más fácil detectar este tipo de problemas y se ha avanzado mucho en los tratamientos, pero aún falta bastante concienciación social. No es que tengan un problema con la comida, hay que dejar claro que sufren un trastorno mental, emocional».

Las dieta según la ciencia

Qué alimentos no son tan milagrosos ni tan calóricos como nos hacen creer o con qué ejercicios se queman más calorías son algunos de los interrogantes que Luis Jiménez responde en «Lo que dice la ciencia sobre dietas, alimentación y salud», un libro en el que este químico echa por tierra los mitos sobre las rutinas de adelgazamiento.

- La dieta equilibrada

Los nutricionistas relacionan el equilibrio de la dieta con la distribución de macronutrientes. La composición ideal es: 45-55%de carbohidratos, 15-25% de proteínas y 25-35% de grasas.

- Factores de la saciedad

La sensación que nos hace parar de comer es la saciedad, pero, ¿de qué depende? Es una combinación de diferentes señales del cerebro. El cuerpo humano controla mejor la saciedad si lo que se le suministra es comida tradicional:vegetales, frutas o carnes y pescados frescos, alimentos que suponen cierto trabajo de procesamiento. Sin embargo se desajusta con los ultraprocesados. Con estos alimentos, la saciedad necesita más tiempo para ser efectiva.

- ¿Hacer ejercicio o dieta?

La actividad física es un ingrediente fundamental para mejorar la calidad de vida y la salud. Sin embargo, el ejercicio por sí solo es poco eficaz para adelgazar. Aunque la actividad física pueda mitigar algo una dieta poco saludable, no es un remedio todopoderoso.

- Adelgazar rápido

Las «dietas fraude» suelen prometer resultados rápidos. Sin embargo, no hay estudios rigurosos que muestren que sea real el «efecto rebote». La dimensión de adelgazamiento incial será mejor indicador de éxito de una dieta que su velocidad.

- No saltarse el desayuno

Aunque es una de las directrices dietéticas a la que más relevancia se le da, los estudios científicos no han demostrado demasiadas evidencias.