Hito médico

Logran que 43 tetrapléjicos puedan volver a mover brazos y manos con estimulación eléctrica

El tratamiento también redujo la frecuencia de los espasmos musculares y mejoró la calidad del sueño y del sentido del tacto

Lo más duro para las personas con tetraplejia es no poder mover sus extremidades superiores: brazos y manos, más que no poder hacerlo con las inferiores. La imposibilidad de realizar actividades cotidianas como comer, manejar un smartphone o escribir les obliga a tener que depender de su entorno para lo más básico.

Ahora, un grupo internacional de científicos de catorce centros en Estados Unidos, Reino Unido, Suiza, Países Bajos y Canadá ha conseguido el milagro: mejorar la función del brazo y de la mano de 43 personas con tetraplejia. Y lo han hecho a través de un dispositivo de estimulación eléctrica no invasiva, denominado ARCEX, que suministra una corriente eléctrica a la médula espinal a través de electrodos de superficie que pueden modular las neuronas dentro de los segmentos espinales seleccionados. La gran hazaña se publicó ayer en Nature Medicine.

El ensayo clínico, que se incició en pandemia, fue completado por 65 pacientes con tetraplejia por una lesión medular causada, como mínimo, un año antes del ensayo, aunque solo 43 demostraron claras mejoras en fuerza y función.

Las lesiones medulares interfieren en la relación entre el cerebro y la médula espinal que regula las funciones neurológicas y, cuando se producen en la zona cervical, afectan sobre todo a la función de las manos y los brazos. La estimulación eléctrica de la médula espinal puede restablecer las funciones neurológicas cuando la estimulación se aplica sobre los segmentos espinales que contienen las neuronas implicadas en el control de estas funciones. Sin embargo, estas terapias exigen la implantación de electrodos en regiones específicas de la médula a través de procedimientos quirúrgicos invasivos.

Como alternativa, Gregoire Courtine, del Instituto Federal de Tecnología de Suiza (EPFL) y sus colaboradores, diseñaron este dispositivo compararon su efecto en la función del brazo y la mano con los resultados de la rehabilitación por sí sola. Asi, los participantes se sometieron primero a un programa de rehabilitación clínica de dos meses y después, repitieron el programa de rehabilitación, esta vez con la terapia ARCEX añadida, durante dos meses más.

"Los resultados del ensayo Up-LIFT superaron con creces nuestras hipótesis", subrayó Chet Moritz, autor principal del estudio, coinvestigador principal y catedrático de Ingeniería Eléctrica e Informática y Medicina de Rehabilitación de la Universidad de Washington, según recoge Efe. "Solo dos meses después, más de la mitad de los participantes lograron mejoras medias en la fuerza de agarre superiores a las necesarias para levantar objetos llenos y en fuerza de pellizco, la necesaria para coger un objeto con un tenedor o introducir una llave", destaca Moritz.

Además, los participantes del estudio declararon una reducción de la frecuencia de los espasmos musculares, mejorías en el sueño y también una mejora generalizada de la parte superior del cuerpo, incluido el sentido del tacto. De hecho, el 87% de los pacientes dijo que la terapia ARC-EX había mejorado su calidad de vida en general.

Los autores defienden que el uso de este dispositivo es seguro y eficaz y sugieren que podría servir como un nuevo tratamiento para mejorar la recuperación neurológica de la función de la mano y el brazo para las personas que viven con una lesión crónica de la columna cervical.