Fernando Grande-Marlaska

Los cambios de la DGT en el examen de conducir: 8 horas obligatorias de autoescuela para el teórico

Tráfico rebajará del 20 al 10% la cantidad de errores en las preguntas para otorgar la calificación de apto en el examen teórico

Tráfico rebajará del 20 al 10% la cantidad de errores en las preguntas para otorgar la calificación de apto en el examen teórico

Las personas que quieran obtener cualquier permiso de conducir en España estarán obligadas a recibir ocho horas presenciales de formación en la autoescuela, algo que ya ocurre en al menos 25 países europeos y que la Dirección General de Tráfico (DGT) quiere impulsar para evitar que los futuros conductores se saquen el carné haciendo test en casa o mediante cursos 'online'.

Ésta es una de las novedades que prepara la DGT a través de un real decreto que modifica el Reglamento General de Conductores y con el propósito de que entre en vigor el 1 de julio del próximo año.

Tanto el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, como el director general de Tráfico, Pere Navarro, ya han manifestado públicamente la conveniencia de que los aspirantes a conductores vayan a clase en la autoescuela con un número obligado de horas de formación en seguridad vial.

El borrador del real decreto, al que tuvo acceso Servimedia, plantea una revisión del actual sistema formativo, tanto en la formación del conductor como en los exámenes para obtener el carné de conducir. "La evidencia nos muestra que en la accidentalidad intervienen más las actitudes que el propio desconocimiento de las normas", recalca el texto.

Examen teórico

Por ello, la DGT apuesta por una formación teórica presencial obligatoria de ocho horas para examinarse de la prueba teórica común, en las que habrá testimonios de víctimas de accidentes de tráfico, bien de forma presencial o por medios audiovisuales.

Las materias obligadas versarían sobre los accidentes de tráfico, los grupos de riesgo al volante (en especial, los jóvenes), los colectivos vulnerables (peatones, ciclistas y motoristas), los factores de riesgo (velocidad, alcohol, drogas y fármacos), las distracciones al volante (como el uso del móvil), la utilización de elementos de seguridad (casco, cinturón y sillita infantil) y el respeto a las normas de circulación.

Además, para realizar el examen teórico específico (obligatorio para todos los permisos salvo el A, que faculta a conducir cualquier moto o triciclo, y el B, necesario para conducir coches) también se necesitan horas presenciales, concretamente seis para los permisos AM, A1 y A2 (ciclomotores y motos de distinta cilindrada) y dos en el resto de permisos. Los futuros conductores recibirían formación sobre los factores de riesgo asociados a cada tipo de vehículo.

Habrá excepciones para la formación presencial obligatoria: quienes soliciten el permiso de la clase C y tengan el C1, quieran el de la clase D y tengan el D1, y necesiten el de la clase C1+E, C+E, D1+E o D+E y tengan alguno de esta relación.

El real decreto recoge por primera vez que las preguntas del examen teórico, tanto común como específico, podrán estar precedidas por la visualización de vídeos sobre situaciones del tráfico antes de que el aspirante conteste.

Tráfico rebajará del 20 al 10% la cantidad de errores en las preguntas para otorgar la calificación de apto en el examen teórico.

Examen práctico

Por otro lado, la propuesta de reforma del Reglamento General de Conductores también afecta al examen práctico o prueba de control de aptitudes y comportamientos en circulación en vías abiertas al tráfico.

Así, si el futuro conductor suspende el primer examen práctico, deberá esperar como mínimo 15 días para examinarse de nuevo. Entre la segunda y la tercera prueba tendrán que mediar al menos 30 días. Y entre la tercera y la cuarta (así como en las siguientes) serán necesarios como mínimo 20 días. Cada vez que el alumno suspenda una prueba deberá recibir al menos cinco clases prácticas más antes de volver a examinarse.

Otra novedad se refiere a la prueba práctica de circulación en vías abiertas al tráfico para los aspirantes con hipoacusia o pérdida de la capacidad auditiva a tener el permiso A1 (motos de hasta 125 centímetros cúbicos) o A2 (motos de mayor potencia). En los casos en que el alumno no pueda recibir las instrucciones mediante un intercomunicador, tendrá el itinerario en un navegador GPS para moto, donde aparecerán puntos intermedios que deberá alcanzar y el destino final.

La normativa obligará a que el aspirante a los permisos AM, A1 o A2 haga el examen práctico con una equipación mínima (casco homologado, guantes, chaqueta y pantalones concebidos para montar en moto, así como botas de cuero o material sintético similar que proteja suficientemente el tobillo).

Apoyo de los conductores

La gran mayoría de los conductores españoles (concretamente un 86,6%) cree que la asistencia a la autoescuela debería ser obligatoria para poder presentarse al examen teórico de conducir, lo que ocurre en la mayoría de los países europeos, pero no en España.

Ésta es la principal conclusión del estudio 'Detección de necesidades y justificación de un sistema de formación teórico y práctico obligatorio para la obtención del permiso de conducir', elaborado por el Instituto Universitario de Tráfico y Seguridad Vial (Intras) de la Universidad de Valencia con la colaboración de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE).

El estudio, al que tuvo acceso Servimedia y que incluye una encuesta con aportaciones de 1.206 conductores españoles, indica que ocho de cada 10 encuestados (80,7%) tiene la creencia errónea de que en España es obligatorio asistir a una autoescuela para presentarse al examen para obtener el permiso B (que faculta a conducir coches).

De los 31 países europeos analizados en el informe, 25 tienen algún tipo de formación teórica obligatoria para la obtención del permiso de conducir. En España sólo hay una formación teórica y práctica obligatoria en la autoescuela de nueve horas para el permiso A (que permite conducir motos y triciclos). Y respecto a las clases prácticas, hay un número mínimo de horas en 24 países; en este caso, España carece de un programa formativo oficial.

El 86,6% de los encuestados considera que acudir a la autoescuela debería ser obligatorio para presentarse al examen de conducir. El 76,3% está de acuerdo con que obligar a ir a clase redundaría en una mejor conducción y una reducción de la siniestralidad vial, ante lo cual muestra su disconformidad un 11,2%. Y el 98,9% recomendaría a los aspirantes a obtener el permiso B que asistieran a una autoescuela para recibir formación teórica y práctica.