Asturias
Los fraudes de seguros aumentan un 42% en los últimos cuatro años
La aseguradora Axa ha presentado su primer estudio sobre el fraude en España. La muestra consta de 44.000 casos del año 2013, que fueron analizados por tener indicios de fraude, y de ellos, casi 17.000 resultaron serlo (el total de seguros que gestionó Axa a lo largo de este periodo fue de un millón y medio). Con la detención de estos engaños, Axa evitó pagos fraudulentos con valor de 63 millones de euros. Arturo López Linares, responsable de gestión del fraude y recobros de Axa, explica que «los datos son el resultado de dos hechos: los cada vez mayores esfuerzos que estamos realizando en la detención del fraude, y por otro, la crisis económica», aunque la organización reconoce que no todos pudieron ser detectados: «El total de fraude en los seguros corresponde a un 10% sobre el total, creemos que hay un 5% que no pudo ser detectado».
Hay personas que aprovechan cualquier oportunidad para intentar timar a las aseguradoras. Los perfiles del defraudador tradicional son los siguientes: El oportunista, o aquel que medita y piensa concienzudamente la estafa. El ocasional, también también llamado «ya que»; es decir, «ya que he tenido un accidente en la parte trasera del coche, a ver si el seguro me puede arreglar los arañazos en la parte de delante». Y por último las tramas organizadas, éstas han crecido en los últimos años y en el 2013 se duplicaron respecto al año anterior. Estas bandas pueden ser desde familias que obtienen un plus mensual gracias al fraude en los seguros, hasta a bandas criminales, las cuales, son muy complejas y diversificadas.
El mundo de los timos también se moderniza: el fraude digital está floreciendo. Es este tipo, «el defraudador recurre a cuentas bancarias online o utiliza herramientas ofimáticas para falsificar la documentación», expone Arturo. El principal problema que presenta Internet es la dificultad para poder identificar a la persona que comete el delito. Por ello, «ahora mismo es imprescindible que las aseguradoras recurran a Internet para conocer cuál es su modus operandi».
Graves errores
Algunos comenten graves errores a la hora de delinquir. Hay sujetos que aparentan estar enfermos o tener una dolencia con propósito de cobrar el seguro, mientras luego «cuelgan en la red social Facebook instantáneas en las que la persona se encuentra perfectamente», dice López Linares. Pero, ¿qué es lo más apetecible para el defraudador? Actualmente, las coberturas que más utilizan los defraudadores para engañar a las aseguradoras son: la responsabilidad civil (un sujeto es el responsable de algo que le ha pasado a otro), daños eléctricos o por agua y los robos. Además, en 4 de cada 10 casos, el asegurado solicita una indemnización por daños que ya existían antes de la contratación del seguro. Andalucía, Murcia y Asturias son las Comunidades con mayor tasa de fraude en toda España.
Hay que mirar el lado bueno: el 98% de las personas que tienen contratados seguros son legales. Pese a ello, la sociedad no está realmente concienciada del problema que suponen las estafas, puesto que luego el resto de aseguradores tienen que cubrir estos costes con un aumento en el de los seguros. «Aunque muchos lo consideren picaresca, en realidad se trata de un delito con penas de 6 meses a 3 años de prisión», aclaraba Josep Alfonso, director de comunicación de Axa.
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