Seguridad alimentaria

Los médicos pedirán a Sanidad un «semáforo nutricional»

Los doctores de familia propondrán que las etiquetas de los alimentos muestren los niveles de grasas, sal, azúcares y calorías.

Los médicos pedirán a Sanidad un «semáforo nutricional»
Los médicos pedirán a Sanidad un «semáforo nutricional»larazon

Los doctores de familia propondrán que las etiquetas de los alimentos muestren los niveles de grasas, sal, azúcares y calorías.

Calorías; grasa total y, entre ella, las grasas saturadas; azúcares y sodio. A grandes rasgos, estos son los principales componentes cuya cantidades pueden encontrarse en las etiquetas de valor nutricional en prácticamente la totalidad de los productos. En general, los ojos de los consumidores se van directamente a los valores calóricos. Ahora bien: ¿es capaz de distinguir si 19 gramos de azúcar en una ración es una cantidad razonable o, por contra, puede ser perjudicial? Y, por ejemplo, ¿puede discernir si 1,25 gramos de grasas saturadas, entra dentro de lo saludable o nuestras arterias pueden resentirse? En algunos países europeos, como Reino Unido, han optado por lo que se conoce como el «etiquetado semáforo»: aparte de cifrar las cantidades, cada una de ellas va acompañada de un color verde, que implicaría que su consumo es inocuo; uno amarillo, que recomendaría una ingesta moderada, o uno rojo, por el que se desaconseja su uso habitual. ¿Acabaremos viendo una medida similar en España? Ésa es la intención al menos de la Sociedad Española de Médicos de Familia y Comunitaria (Semfyc). Como reconoce a LA RAZÓN su propulsor, el doctor Rodrigo Córdoba, miembro del Grupo de Tabaco (GAT) de la Semfyc, la asociación está planeando presentar una serie de propuestas al Gobierno a finales de año con vistas a reducir la obesidad y las enfermedades que conlleva. Y, entre ellas, está el etiquetado. «Sobre todo se trata de una medida orientativa, y que ofrecería la mejor información para el consumidor. La información nutricional incluye demasiada letra pequeña que nadie puede leer. Con este método, se mostrarían cuatro variables de forma muy visible», explica Córdoba. Las cuatro variables indicadas consistirían en el número de calorías, así como en las cantidades de azúcar, sal y grasas trans que incluye cada producto por 100 gramos o ración.

A falta de madurar la propuesta y de fijar los cortes que distinguen lo sano de lo perjudicial, Córdoba cree que el sistema británico, aprobado en octubre de 2012, puede ser una buena «referencia». ¿Qué consideran los británicos que son niveles saludables? Llevarían etiquetas vedes aquellos alimentos cuyas calorías, por ración, no superaran las150; los azúcares no supondrían más de 6,75 gramos; las grasas constituirían un máximo de 1,50 gramos y la sal tendría un tope de 0,45 gramos. Por contra, lucirían distintivo rojo aquellos alimentos que contuvieran un mínimo de 400 calorías, que su nivel de azúcar igualara o superara los 18 gramos, que las grasas saturadas alcanzaran al menos los 4 gramos y que los niveles de sal fueran de 1,20 gramos en adelante. Así, mientras algunos alimentos darían mayoritariamente color verde –legumbres y frutas como la manzana, que sólo tendría color amarillo en lo que respecta al azúcar–, los componentes de otros productos, como los pertenecientes a la bollería industrial, darían prácticamente en rojo en su totalidad –salvo la cantidad de sal–.

No sería la única propuesta de la Semfyc. Los médicos de familia también quieren que se considere la posibilidad de aplicar un «impuesto antiobesidad» a las bebidas azucaradas. Se trata de una medida adoptada en países como Dinamarca, Francia, Noruega y también en Reino Unido. Los británicos aprobaron un aumento del precio de cada uno de estos productos de 30 céntimos por litro. «Encareciendo el precio se reduciría el consumo. En Reino Unido, además, esperan recaudar 600 millones de euros en un año, que utilizarían para promocionar el deporte escolar», explica Córdoba.