Almería
Los padres de Gabriel se personarán como acusación particular
«Si pensamos en él, creo que nos diría que hay que estar contentos», afirmaron en un comunicado.
«Si pensamos en él, creo que nos diría que hay que estar contentos», afirmaron en un comunicado.
Para los padres de Gabriel Cruz, ayer fue uno de los «días más duros» a los que se han enfrentado desde que su hijo desapareciera el pasado 27 de febrero en Las Hortichuelas. Ángel y Patricia declararon como testigos –ante el Juzgado de Instrucción número 5 de Almería– para tratar de esclarecer las circunstancias de la muerte del pequeño de ocho años a manos de Ana Julia Quezada.
«Si pensamos en Gabriel, creo que él nos sonreiría y nos diría que hay que estar contentos», comentaron minutos antes a través de un mensaje que enviaron a los medios de comunicación, junto con un collage fotográfico que realización con el pequeño la pasada Navidad para felicitar las fiestas. Con él, esperaban que «el día de hoy» pudiese «aliviar el dolor tanto como a nosotros».
El juez Rafael Soriano les tomó declaración por separado para indagar en aspectos que permitan aclarar cuál era la relación del pequeño con Ana Julia y conocer detalles de su comportamiento hacia ellos durante los 13 días en los que se mantuvo su búsqueda. La mujer, según el auto que decretó prisión provisional y sin fianza, «dio una falsa apariencia de preocupación por la desaparición y suerte del niño» y «mantuvo el engaño, aumentándolo hasta el punto de colocar ella misma una camiseta del menor en el monte».
Cabe recordar que la autora confesa del crimen está siendo investigada como presunta responsable de un delito de asesinato con alevosía, un delito de detención ilegal y un delito contra la integridad moral. Además, el juez acordó el pasado martes, investigar si le suministró drogas después de llevárselo a la finca de Rodalquilar, donde lo mató y enterró, ya que la Guardia Civil halló ansiolíticos durante el registro del vehículo en el que transportó el cuerpo sin vida hasta Vícar.
Ángel y Patricia llegaron en torno a las 12 del mediodía a los juzgados, acompañados por sus abogados, Francisco y Miguel Ángel Torres. Nada trascendió sobre su declaración.
Quién sí compareció ante la prensa fue el abogado de Ana Julia Quezada, Esteban Hernández Thiel, quien reclamó «mesura» por «respeto al dolor de la familia, a la Administración de Justicia y al juicio justo que toda persona se merece». Sobre su cliente, desconoce si será trasladada desde el centro penitenciario El Acebuche a otra prisión, pero aseguró que su situación es «de absoluta normalidad y recibe el trato habitual que recibe cualquier interno».
Las declaraciones se prolongarán hasta hoy, ya que el instructor ha citado también en calidad de testigo a la abuela del menor, Puri Carmen, de 84 años.
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