Salud

Los pediatras ven una "barbaridad"que no se vacune a niños

El responsable de vacunas de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), Fernando García-Sala, ha asegurado que es una "barbaridad"que haya personas que no quieran vacunar a los niños, como por ejemplo de la enfermedad de difteria, y han recordado que la sociedad ha evolucionado gracias a la vacunación. El experto se ha pronunciado así, en declaraciones a Europa Press, tras conocerse la noticia de que un niño de 6 años de Olot (Girona) ha sido ingresado este lunes en estado grave en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona tras ser diagnosticado de difteria.

Al parecer, el motivo por el que el menor no está inmunizado, como lo está la práctica mayoría de la sociedad española, es porque los padres están en contra de la vacunación.

Un antes y un después

"Es una barbaridad y es falta de información. No obstante, creo que habrá un antes y un después en el sentir de estas personas que, sin argumentos científicos, deciden no vacunar a los menores", ha aseverado García-Sala. Además, el doctor ha avisado de que la población que está en contra de esta medida sanitaria se "aprovecha"del alto nivel de cobertura vacunal que hay en España y ha insistido en que las vacunas son un "derecho"de los niños. Y es que, tal y como afirma SEPEAP, el calendario vacunal vigente es de los "más completos"del mundo.

Dicho esto, y aunque ha comentado que es un tema que genera "mucha controversia", ha reconocido ser partidario de obligar, "en cierta medida", a los padres a vacunar a los menores, especialmente contra enfermedades como, por ejemplo, la difteria o el tétanos. "Nunca es tarde para vacunar porque si en algo hemos evolucionado es gracias a la vacunación", ha apostillado. Asimismo, desde SEPEAP se asegura que los efectos secundarios son "prácticamente inexistentes"y que la actitud "irresponsable"de los padres que no permiten que sus hijos sean vacunados puede ocasionar que aparezcan patologías que "habían desaparecido".

"Bajo el lema 'Más vale tarde que nunca' animamos a todos los padres cuyos hijos no están vacunados a que se pongan en manos de sus pediatras de atención primaria para que inicien el calendario vacunal, tenga el niño la edad que tenga. Lo importante es vacunar y proteger a nuestros niños", zanja SEPEAP.

SAN SAN

Enfermedad endémica en algunas regiones

La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha recordado que, aunque en España no se registraban casos de difteria desde hace 30 años, se trata de una enfermedad infecciosa que sigue siendo endémica en algunas áreas en desarrollo de Africa, Asia, Caribe y Sudamérica, y cada año causa unas 4.500 casos a nivel mundial. En concreto, el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestra como en 2013 se documentaron unos 4.680 casos a nivel mundial, habiéndose registrado la última gran epidemia en la década de los 90 en los países de la antigua Unión Soviética.

La enfermedad se transmite de unas personas a otras por vía respiratoria y produce fiebre, dolor de garganta intenso y dificultad para respirar por obstrucción grave de la vía aérea superior, de tal forma que puede llevar a la asfixia y la muerte. La afectación sistémica puede ser intensa por efecto de la toxina que libera el microorganismo, que puede causar daño en el miocardio, sistema nervioso central y otros órganos, según ha informado en un comunicado el Comité Asesor de Vacunas de la AEP.

El tratamiento consiste en antibióticos, suero antitoxina de la difteria, así como medidas de soporte respiratorio, tales como traqueotomía, intubación endotraqueal, etc. La letalidad es del 5-10 por ciento, siendo mayor en niños menores de 5 años. En cuanto a la vacunación, en España está incluida en las vacunas combinadas (unida a otras, como tosferina y tétanos, entre otras) que se administran desde los 2 meses de edad. En total, siguiendo el calendario infantil, un niño recibe hasta 6 dosis de vacuna antidiftérica durante los primeros 14-16 años de vida, y el esquema habitual suele ser a los 2, 4, 6 y 18 meses, y a los 6 y 14 años.

"Queremos insistir en los beneficios que aporta la vacunación, tanto a nivel individual como colectivo, incluyendo la prevención de enfermedades infecciosas aparentemente eliminadas en nuestro medio, como es el caso de la difteria", ha defendido.