Avances de la ciencia

El marcapasos que desaparece

Presentan un dispositivo cardíaco que se reabsorbe dentro del cuerpo después de ser utilizado

Marcapasos transparentes
Marcapasos transparentesLa Razón

Tiene el tamaño de un sello de correos, es blando, flexible, transparente. Se autodestruye con el tiempo. Salva vidas. Investigadores de las Universidades Northwenstern y George Washington de Estados Unidos han diseñado el que puede ser el marcapasos más revolucionario de la historia. Se trata de un monitor de actividad cardíaca sin cables y que se disuelve en el cuerpo cuando deja de ser necesario. El avance abre una nueva ventana para el diagnóstico y el tratamiento de patologías cardíacas que producen la muerte de cerca de 125.000 personas en España cada año y son la causa del 17 por 100 de las bajas laborales por enfermedad.

Muchas complicaciones cardiovasculares, como la fibrilación atrial el bloqueo cardíaco y otras patologías, requieren intervenciones quirúrgicas o terapias mediante cateterismo que obligan en ocasiones a un seguimiento cardíaco posterior. Las técnicas actuales son muy útiles, pero en algunos casos necesitan considerables mejoras. Del mismo modo, el control del buen funcionamiento del ritmo cardíaco a través de marcapasos (una tecnología de gran utilidad pero relativamente antigua) ha sido merecedor de innovaciones en los últimos años. Este nuevo dispositivo supone un paso nunca dado antes.

Según los autores de la investigación, "muchas muertes y complicaciones posteriores a actos quirúrgicos cardiovasculares o tras un infarto podrían evitarse si los médicos contaran con mejores herramientas de monitorización y tratamiento de sus pacientes en las delicadas primeras semanas después del acontecimiento".

El aparato que ahora se ha presentado y ha obtenido la aprobación de la FDA en Estados Unidos (la máxima autoridad encargada de la certificación de medicamentos y dispositivos médicos) puede venir a cubrir esa necesidad. Se trata de un dispositivo altamente transparente que puede ser acoplado a varios segmentos del corazón permitiendo a los facultativos elegir con facilidad el área sobre el que quieren aplicar la terapia o que desean monitorizar. Los autores creen que en el futuro esta tecnología será la óptima para tratar serias complicaciones cardíacas incluidas los episodios graves de fibrilación. El aparato envía datos en tiempo real a los médicos que pueden controlar la evolución del corazón a distancia. Su transparencia permite también el estudio mediante imagen de las áreas del corazón afectadas. Los médicos pueden, por ejemplo, mapear ópticamente muchos parámetros físicos importantes a través de las paredes traslucidas del sistema.

Resultados espectaculares en ratones

Las primeras pruebas de este dispositivo en ratones de laboratorio han arrojado resultados espectaculares, muy superiores, según los investigadores, a los que ofrece un marcapasos convencional. El marcapasos solo puede ofrecer una visión general del estado del órgano cardíaco (básicamente en función de si el corazón late correctamente o no). Este nuevo dispositivo permite especificar mejor tipologías de información solicitadas. Es capaz de mostrar qué áreas del corazón están funcionando mal y restaurar la función cardiaca en esas zonas. Pero, sin duda, lo más destacado y espectacular de este invento es su cualidad de biorreabsorbible. El material del que está compuesto permite que el dispositivo se disuelva de manera segura en los fluidos del cuerpo humano y desaparezca sin dejar huella cuando ya no es necesario usarlo o cuando debe ser reemplazado por uno nuevo.

Los implantes reabsorbibles son conocidos desde hace tiempo en medicina. Se trata de objetos fabricados con materiales cuyas propiedades mecánicas y masa disminuyen con el tiempo. Los más conocidos son, por ejemplo, los puntos de sutura degradables que se aplican desde los años 70. En este siglo, son muy comunes en placas, arpones, tornillos y otras prótesis en cirugía. Se trata de polímeros como el ácido láctico, el poligliconato o la polidioxadona que adquieren su mínima masa y son reabsorbidos en periodos que van de 4 semanas a 6 meses. El año pasado este mismo equipo médico presentó su primer marcapasos de este material que se desvanece. Ahora, las versiones mejoradas han pasado por primera vez el filtro de la FDA.

En otra línea de investigación, los autores de este trabajo están aplicando una especie de “tatuaje” de grafeno en el mismo músculo cardíaco dotado de sensores que permiten captar información eléctrica de interés diagnóstico. Sería un paso aún más novedoso en la lucha contra la enfermedad coronaria: de los marcapasos mecánicos implantables a los actuales dispositivos transparentes que se absorben y los futuros tatuajes sensibles para la monitorización a distancia.