Sequía

Marruecos se replantea la utilización del sistema de crear nubes en favor de la desalinización

En los últimos tres años había invertido 14,7 millones de euros

Avioneeta utilizada para crear nubes
Avioneeta utilizada para crear nubesAriffino

Marruecos se plantea la viabilidad de la utilización del sistema de creación de nubes para provocar lluvia artificial, dada la sequía existente, en favor de las desalinizadoras, según publican medios digitales del país vecino. Se ha recurrido a esta tecnología desde los años 80 a través del programa “Al-Ghaith”, que se puso en marcha en cooperación con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo, al considerar que se trataba de una tecnología que ayudaba a aumentar los niveles de precipitación entre un 14%y un 17 %. Esta técnica se suele utilizar en el país vecino en el periodo comprendido entre noviembre y abril, con un ritmo de 22 operaciones, recurriendo a la sal de cloruro sódico y al yoduro de plata.

Según datos presentado por el Ministro de Equipamiento y Agua, Nizar Baraka, en el Parlamento el pasado el pasado mes de noviembre, su departamento invirtió en el programa de siembra de nubes artificiales “Al-Ghaith” entre los años 2021 y 2023, 160 millones de dírhams (14,7 millones de euros).

Respecto a si esta tecnología permitirá a Marruecos aumentar las precipitaciones y, por tanto, tener un impacto positivo sobre la actividad agrícola en particular, los expertos restaron importancia a su importancia y eficacia, explicando que "las experiencias internacionales han demostrado sus deficiencias y, por tanto, la necesidad de recurrir a a las nuevas tecnologías, incluida la desalinización del agua tratamiento de aguas residuales”.

Abdul Rahim Hindouf, experto en el campo del agua, afirmó: “Muchos experimentos a nivel mundial han demostrado que la tecnología de siembra artificial de lluvia es ineficaz, dado que primero requiere un gran presupuesto y sus propias condiciones climáticas, teniendo en cuenta el hecho de que vivimos en una geografía que ya es seca”.

Y agregó: “El problema del agua en Marruecos está vinculado a la política de gestión de la explotación de los recursos disponibles. Esto se debe a que incluso si tuviéramos el porcentaje de precipitación disponible en los años 1960, se gestionaría de manera imprudente, considerando que la distribución del agua, por ejemplo, lleva a desperdiciar el 30 por ciento de la misma, y por tanto recurrir a fuentes artificiales. La tecnología de siembra de lluvia sigue siendo excesiva e ineficaz”.

“Antes de hablar de tales medidas, debemos señalar primero las bajas cifras nacionales registradas a nivel de tratamiento de aguas residuales; muchas ciudades no utilizan esta tecnología, ya que estos recursos van a parar al mar, en un momento en el que hubiera sido mejor trabajar en su tratamiento y destinarlos a talleres industriales que consumen agua en gran medida”.

Hindouf destacó que “Marruecos ha comprendido seriamente que la desalinización del agua de mar es la solución más eficaz, ya que es la tecnología que se utiliza especialmente en la región del Golfo. Arabia Saudita y otros países han recurrido a la desalinización, y el proceso ha tenido resultados positivos en términos de suministro de agua potable en beneficio de los ciudadanos”.

Mustafa Al-Aissat, experto en clima y desarrollo sostenible, dijo: “El proceso de siembra artificial de nubes ha demostrado muchas veces que es inútil y no es la solución que contribuirá a salvar a las personas de la sed. Esto se debe a que Marruecos, a su vez, recurrió a la adopción de esta tecnología en varias ocasiones, pero no obtuvo resultados”. “Esta tecnología sigue sin control desde el punto de vista científico y ha creado previamente un conflicto legal en los Estados Unidos de América”.

"Varios países habían confiado en esta tecnología antes de recurrir a la tecnología de desalinización de agua de mar, que sigue siendo más eficaz y realista, lejos de los supuestos en los que se basa la siembra artificial de lluvia", y añadió que "Marruecos, a su vez, siguió este camino y se apoyó en la política de represas como primera etapa antes de que ahora pase a la desalinización de agua salada”.

Otra tecnología a nivel mundial que ha demostrado su eficacia es la relacionada con las “autopistas del agua”, que es la tecnología que se está utilizando en el período actual, especialmente para unir Oued Sebou y Bouregreg, que ha evitado, durante los últimos dos meses, que millones de habitantes sufrieran el problema de la sed.