Carreteras
¿Más sanciones, menos consumo?
- ¿Aumentar las sanciones supondrá una disminución en el consumo de alcohol?
–Las sanciones son necesarias, pero en esto hemos retrocedido. Ahora, con un positivo se pierden puntos, y a por la siguiente borrachera. Antes del carné por puntos, con un positivo se perdía el carné automáticamente durante varios meses. No estaría de más promover controles en los que conductores puedan soplar antes de ponerse al volante, pero claro, eso no da dinero.
- Hoy en día, ¿hay una mayor concienciación que hace algunos años?
–Indudablemente. Pero siguen pasando cosas incomprensibles, como que se vendan bebidas alcohólicas en las gasolineras. Esto no ayuda. En Dvuelta llevamos años pidiendo que se prohíba dicha venta, sobre todo de las de baja graduación, como cervezas y sidra, por su escasa percepción de ingesta alcohólica. Y mucho ojo a las llamadas «cervezas sin», porque contienen hasta un 1% de alcohol. También instamos a que el límite sea cero. No puede haber una tasa tolerable de alcoholemia con la que poder conducir.
- ¿De qué manera afecta la ingesta de alcohol a la conducción?
–Con niveles bajos, euforia con falsa sensación de control. Es la fase más peligrosa y causa eficiente de más accidentes en los que el alcohol está involucrado. A partir de ahí, pérdida de la noción de la conducción e incapacidad absoluta para conducir: tragedia y muerte.
-A Medidas como ésta, ¿nos acercan a la legislación europea?
–Europa es una región de gran tradición alcohólica, por cultura y por costumbres. En el norte, con cervezas; en el sur, con vino. El lobby productor de alcohol es muy poderoso y logra poner trabas a la legislación sobre alcohol y conducción que no deberían existir. Endurecer las sanciones es una vía, pero, también, aún nos falta mucho para lograr una auténtica concienciación entre los ciudadanos.
*Portavoz de Dvuelta
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