Las causas del incendio de Valencia
Unos materiales de «máxima calidad» que combustionaron en cuestión de segundos
Los expertos analizan cómo pudo llegar el fuego hasta el poliuretano, el cual está presente en numerosos edificios
La promotora de los edificios calcinados en Valencia presumía de las magníficas calidades del inmueble cuando estaba en fase de venta en 2006. En el vídeo que distribuía para captar compradores se jactaba de ofrecer «unas fachadas revestidas de un innovador material de aluminio» que daba forma a este edificio «vanguardista con un ascensor panorámico» construido por Fbex, empresa que tras el «boom» urbanístico quebró en 2010, dejando una deuda de 640 millones de euros. Según los promotores, los materiales de construcción eran «de máxima calidad», con unos acabados y equipamientos sometidos a «rigurosos controles de calidad durante todo el proceso de construcción». Unas afirmaciones que, ahora, tras el fatídico incendio resultan hirientes. ç
Precisamente ese material del que presumían como novedoso y vanguardista ha sido el responsable de que se propagara con tanta intensidad el fuego, dejando tan solo el esqueleto del edificio en menos de una hora. Entre las placas metálicas habría, según apuntan todos los indicios, poliuretano, una resina sintética muy utilizada en construcción por sus buenos resultados aislantes, pero que debe ser instalada de manera correcta o, si no, puede ocurrir una desgracia como la del barrio Nou Campanar.
«Todos los materiales deben tener un certificado de calidad, el código CE, y todos los paneles que van tanto por fuera como por dentro del edificio tienen aislamiento térmico. La gracia de poner una fachada ventilada, revestida, es que esos paneles realizan su propio aislamiento térmico con materiales como el poliuretano. Incluso se puede poner intramuros con una pistola. Es un material muy utilizado», apunta el arquitecto Jorge Rodríguez, del estudio AmasD.
El empleo de polímeros como poliuretano o el polietileno no habría vulnerado la normativa existente en 2008, cuando terminó de construirse el edificio, ya que lo permite el Código Técnico de la Edificación, también conocido como CTE. Aprobado por real decreto en 2006, desde entonces, el CTE ha sido modificado en varias ocasiones para adaptarse a la disciplina comunitaria en materias, por ejemplo, como la eficiencia energética. Quizá, según dicen los expertos, tras esta tragedia, volverá a revisarse.
Según relata el arquitecto, todas las fachadas, «incluso las más modernas», tienen algún tipo de material aislante térmico en este tipo de paneles sándwich. «Lo que pasa es que este material suele venir revestido por una especie de papel de aluminio que es lo que evita que se prenda fuego, pero si ese papel tiene una fisura o no aguanta lo que debiera y le alcanza el fuego, prende a gran velocidad».
Si como dice este profesional a esto le sumas, como ocurre en el caso de Valencia, una fachada ventilada, es decir, que los paneles están separados entre sí, el efecto chimenea multiplica la velocidad y la capacidad destructiva.
Ahora serán los investigadores los que deberán determinar el origen del fuego y el motivo de esta propagación mortal: «¿Cómo es posible que haya llegado a tocar el fuego esa espuma inflamable? Con lo que sabemos hasta ahora, yo creo que también han influido un número elevado de casualidades, como que hiciera un viento muy fuerte, para provocar este incendio tan grande», puntualiza el arquitecto.
Las fachadas ventiladas, ya sean modernas o antiguas, son un recurso muy socorrido para aislar térmicamente las fachadas. «Pueden revestirse con morteros monocapas (especie de cemento) o poner fachadas ventiladas térmicas que funcionan muy bien. Los paneles y sus calidades luego son un mundo: hay diferentes grosores, calidades y precios. «Dudo que, al elegir el panel para este edificio, usaran uno que no tuviera la calidad correcta», puntualiza Rodríguez.
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