Restringido

Maxi, el monstruo de la pedofilia ataca en español

Ya son 16 las menores españolas agredidas. Aparecen nuevas víctimas en España del mayor ciberacosador hispano.. A la última, la obligó a participar en 26 vídeos

Dodero Tello, alias «Maxi», el mayor ciberacosador
Dodero Tello, alias «Maxi», el mayor ciberacosadorlarazon

La pesadilla no finaliza. Ni siquiera con el monstruo encerrado bajo llave desde hace ya cinco meses. A finales del pasado mes de noviembre, la Policía española y peruana informaron de que habían dado caza en Lima al mayor pedófilo de habla hispana: Arturo Dodero Tello, de 29 años, alías «Maxi», tal y como se hacía conocer en el ciberespacio. A través de las redes sociales, consiguió extorsionar sexualmente –lo que se conoce como «grooming»– a más de 500 menores de Argentina, Chile, Perú, Ucrania y también de España. Para su detención fue clave la ayuda de una de sus víctimas, una niña canaria de 10 años localizada por la Policía en uno de los vídeos. Gracias a ella, pudieron conseguir el correo electrónico de «Maxi». De aquello hace más de un año. Y aunque Dodero fue finalmente encarcelado, sus desmanes, a día de hoy, siguen dejando secuelas. De hecho, la Policía Nacional continúa identificando a sus víctimas.

Así lo aseguran desde el Grupo II de Protección del Menor de la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT), perteneciente a la Unidad de Investigación Tecnológica (UIT) de la Policía Nacional. Este grupo, que coordinó la investigación de «Maxi», aseguró a LA RAZÓN que, hace aproximadamente un mes, localizaron a una nueva víctima, también de Gran Canaria. Así, y hasta el momento, ya son 16 las víctimas españolas de este «depredador sexual», como le calificaban los agentes. Con todo, podría haber más. «Siguen identificándose vídeos de todo el mundo. Es posible que haya más víctimas, pero localizarlas es muy complicado», aseguran desde la BIT. Y técnicamente tampoco es sencillo.

La menor, de unos 15 años, había sido extorsionada hasta el punto de aparecer en 26 vídeos de carácter sexual. Como en los cientos de víctimas que lo padecieron, el modus operandi era siempre el mismo. Para acechar a los menores, «Maxi» poseía 50 perfiles diferentes en Facebook con otras tantas identidades para hacerse pasar por otro niño. Incluso utilizaba un «software» específico que le hacía parecer un menor a los ojos de la webcam. En su punto de mira tenía otros 950 perfiles de niños, que eran sus víctimas potenciales.

Bajo esta mascarada, se ganaba la confianza de los pequeños y los convencía para que lo agregaran a su perfil de Facebook o Tuenti. «Este tipo de criminales son auténticos psicólogos del mal, muy manipuladores», dicen los agentes. Poco a poco, los convencía para que protagonizaran imágenes de carácter sexual. Cada vez iba a más: desde introducirse objetos hasta actos de zoofilia. Todo ello a través de miles de kilómetros de distancia, sin tocarlos. No tenían salida: si se negaban a hacerlo, «Maxi» les amenazaba con enviar imágenes previas a sus contactos. La falsa promesa del «si lo haces te dejo en paz» era en vano. Muchas víctimas acababan llorando delante de la cámara. Apenas tenían entre 6 y 10 años. «Es el mayor depredador sexual que hemos visto. No tenía trabajo. Su único hobby era éste. Recuperamos 300 vídeos grabados por él, pero hizo más. Son imágenes desagradables», dicen los agentes.

Dodero no tenía recursos económicos, sus padres no tenían trabajo y vivía en una zona marginal de Lima. Pronto vio que vender sus vídeos a pederastas constituía una fuente de ingresos importante. Así, decidió anunciarse por internet: pedía de 5 a 50 dólares por vídeo –de 3,5 a 36 euros–. «Si queréis más, contactadme», les decía.

Precisamente, los agentes de la BIT afirman que la compraventa de este tipo de material empieza a proliferar en nuestro país. Y es que la figura del «productor» de vídeos y fotografías pedófilas constituye un fenómeno novedoso. Hablamos de un mercado en el que los clientes están dispuestos a pagar mucho dinero, llegando a miles de euros. Los «tratos» se cierran en foros muy específicos, mientras que los pagos se hacen a través de servicios de envío de dinero. Todo ello dejando el menor rastro posible. «Cada vez se hacen más operaciones de este tipo. Lo investigamos todos los días, buscando indicios», afirman. No en vano, ahora mismo hay abierta una operación policial al respecto.

Un ejemplo de este siniestro negocio es también el reciente caso ocurrido en Palma, en el que un ciudadano alemán, trabajador de un taller mecánico, fue detenido por realizar «reportajes pedófilos a la carta» utilizando a dos hermanas, de 10 y 12 años, y a un niño de 3. Los padres de las niñas, amigos del pedófilo y también de nacionalidad alemana, fueron igualmente detenidos debido a las sospechas sobre su colaboración. A través de una «nube» de internet, este individuo contactó con clientes, que a su vez le enviaban lencería para que la incluyera en sus fotos y vídeos con las niñas. En algunas aparece incluso duchándose con las pequeñas. Y aunque ya se había ganado su confianza al ser amigo de la familia –le llamaban «tío»–, éste les hacía regalos para que todo lo vieran como un juego. Se incautaron más de 10.000 fotos, que fueron realizados durante más de un año. Y el detenido contaba con varios ingresos que oscilaban entre los 100 y los 300 euros. «El dinero va en función del grado de producción. A material más "fuerte", más dinero. Hay mucha gente que paga por tener algo selecto», dice la Policía.

Afortunadamente, la BIT cuenta con «herramientas muy novedosas», testadas judicialmente, y de «rastreo» en internet. Con todo, la colaboración ciudadana es bien recibida. El correo denuncias.pornografía.infantil@policia.es está abierto a todos aquellos ciudadanos que hayan visto foros, imágenes, etcétera, que resulten sospechosos. «No se deja ninguno sin contestar. Y si procede, se investiga», asegura la Policía.

Casi 60 detenidos en lo que va de año

En lo que va de año, se han realizado más de 50 operaciones en lo que respecta a pornografía infantil en internet, lo que ha dado pie a 58 detenciones. Y sólo lo que respecta a la Brigada de Investigación Tecnológica –sin contar las detenciones en otras comisarías provinciales–, en todo 2013 se imputaron o detuvieron a 245 personas tras 137 investigaciones. Como afirman desde la Brigada, el intercambio en redes P2P («Peer to Peer») sigue siendo el principal canal utilizado por los pedófilos, si bien es verdad que la «nube» se ha hecho un hueco. Con todo, aclaran que «muchos tienen un concepto erróneo de la nube. Tienen administrador, una empresa que está detrás... siguen siendo ordenadores». Lo que resulta imposible cuantificar son los archivos que se han encautado en las operaciones. Posiblemente hablamos de millones. «Hay miles en cada caso», apuntan. Y el negocio en torno a esta repulsiva industria es importante: en algún caso, se ha llegado a pagar hasta 1.000 euros por un DVD de una hora de duración.