Caridad

Mayores y migrantes, una relación de éxito

El programa forma a los migrantes a través de talleres; el último incorporado ha sido el de cocina básica
El programa forma a los migrantes a través de talleres; el último incorporado ha sido el de cocina básicalarazon

día de hoy existen dos fenómenos sociales de gran trascendencia que han motivado a las entidades sociales a tomar medidas para darles respuesta. Se trata de la migración y el progresivo envejecimiento de la población.

Pero cuando estas dos realidades convergen en pequeños pueblos y entorno rurales, se origina una especie de reciprocidad que ayuda a ambos colectivos. Conscientes de ello, desde Cáritas Diocesana de Bilbao se optó por poner en marcha, con el apoyo de Obra Social la Caixa, el programa «Herritik Herrira» en la comarca de Lea-Artibai, una zona rural con un significativo número de personas mayores a la que están llegando, cada vez con más frecuencia, personas de otros países en busca de una oportunidad laboral en el ámbito de los cuidados.

«Nos dimos cuenta de que la propia comunidad podía dar respuesta a estos retos: el de cuidar a las personas mayores e integrar a los recién llegados», comenta al respecto Alicia Suso, animadora comunitaria de la zona, quien, sin embargo, apunta dos obstáculos a superar: «Cuidar a las personas mayores en este entorno requiere de unas acciones específicas, porque no es lo mismo el ámbito rural que el urbano y, además, muchas de las personas migrantes no tienen formación en este ámbito», razón por la que se puso en marcha el programa.

«El objetivo es formar a esas personas recién llegadas en los cuidados y, paralelamente, darles a conocer las peculiaridades del mundo rural», relata Alicia Suso, por lo que el programa cuenta con dos líneas de trabajo. Por un lado, la generación de espacios en los que las personas mayores puedan explicar qué necesitan y qué esperan de esos cuidados y, por el otro, la capacitación de las personas procedentes de otros países en busca de un empleo mediante diversos talleres de formación. «Tenemos un taller de agricultura ecológica, otro de formación en cuidados básicos y recientemente hemos incorporado un tercero de cocina básica», explica Suso, quien pone de relieve el destacado papel que en este proyecto juegan los voluntarios, de los que dijo son «una pieza imprescindible que no solo nos permite llevar a cabo nuestras acciones, sino que además fomenta las relaciones personales».

El programa «Herritik Herrira», que también contribuye a poner en contacto a cuidadores y cuidados, lleva casi un año en marcha y durante este tiempo ha atendido a 24 personas, para las que la formación ha sido totalmente gratuita, gracias en gran medida a la financiación de Obra Social la Caixa

Además, como apunta Suso, «hay constancia de que dos de nuestras beneficiarias ya están trabajando como cuidadoras».