Investigación

Médicos de Primaria defienden el uso de betabloqueantes post-infarto, pese a los resultados de un estudio internacional

El ensayo, hecho público hace unos días, sugiere que estos medicamentos no aportan beneficio alguno en un grupo de pacientes, e incluso podía ser perjudiciales si son mujeres

Infartos en hombres y mujeres
Los síntomas de alerta de un infarto, y su tratamiento, son distintos en hombres que en mujeresDreamstimeDreamstime

El uso de betabloqueantes, medicamentos que reducen la presión arterial y la frecuencia cardíaca al impedir los efectos de las hormonas del estrés como la adrenalina, es esencial y clave en el tratamiento de diversas patologías cardiacas, incluyendo el infarto de miocardio, la hipertensión, la angina de pecho, las arritmias, determinadas situaciones de hipertensión arterial con frecuencia cardíaca elevada y algunas formas de insuficiencia cardíaca.

La evidencia científica entorno a su uso como estándar de tratamiento es muy robusta, con más de 40 años de resultados positivos en la práctica clínica. Sin embargo, el pasado 30 de agosto salían a la luz los resultados de un ensayo clínico internacional coordinado por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) en colaboración con el Instituto Mario Negri de Milán (Italia) que ponían en tela de juicio su papel, demostrando que estos fármacos no aportarían beneficio alguno a los pacientes que han sufrido un infarto de miocardio no complicado, es decir, con función contráctil del corazón intacta.

El trabajo, denominado REBOOT (Treatment with Beta-Blockers after Myocardial Infarction without Reduced Ejection Fraction) incluyó a 8.505 pacientes en 109 hospitales de España e Italia, que fueron asignados aleatoriamente a recibir o no betabloqueantes tras el alta hospitalaria. Todos los participantes recibieron el tratamiento estándar actual y fueron seguidos durante un período medio de casi cuatro años. Las conclusiones fueron que no hubo diferencias significativas en las tasas de mortalidad, reinfarto o ingreso por insuficiencia cardiaca entre ambos grupos.

Además, evidenció que las mujeres tratadas con betabloqueantes tenían un riesgo absoluto de mortalidad un 2,7% mayor que las que no fueron tratadas con estos medicamentosdurante los 3,7 años de seguimiento del estudio. Otro hallazgo importante fue que las féminas que presentaban infarto tenían un perfil cardiovascular peor: eran mayores, tenían más comorbilidades (incluida una mayor prevalencia de hipertensión, diabetes y dislipidemia) y sufrían con mayor frecuencia infartos sin obstrucción de las arterias coronarias (6% frente al 2% en los hombres).

Los hallazgos, que se publicaron simultáneamente en sendos trabajos en dos de las revistas centíficas más prestigiosas del mundo, The New England Journal of Medicine y The Lancet, se presentaron en la sesión "Hot Line" del Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), celebrado en Madrid, y, según los expertos, representaban "un cambio de paradigma en el tratamiento de estos pacientes, modificando una práctica médica vigente desde hace más de 40 años".

"Con cautela y prudencia"

Sin embargo, la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) ha defendido hoy en un comunicado que los betabloqueantes continúan siendo esenciales y parte del tratamiento estándar en pacientes con insuficiencia cardíaca con fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) reducida, angina, fibrilación auricular, infarto de miocardio con complicaciones y determinadas situaciones de hipertensión arterial con frecuencia cardíaca elevada.

A su juicio, aunque 'REBOOT' aporta información útil y podrían suponer una mejora sobre el uso de los fármacos betabloqueantes tras el infarto agudo de miocardio, "los resultados de los ensayos deben interpretarse con cautela y prudencia". "Un único estudio, aunque sea amplio y de calidad, no invalida años de experiencia clínica y debe contrastarse con otros ensayos, con la evidencia acumulada a lo largo de los años y con la seguridad de cada paciente", explica la Sociedad. Al hilo, SEMERGEN subraya que este ensayo no modifica las recomendaciones sobre el uso de betabloqueantes en pacientes con FEVI reducida (= 40%), pues "su uso está bien establecido por las guías y diferentes estudios".

Solo en un grupo concreto de pacientes

Así, la Sociedad apunta que es importante contextualizar sus resultados, ya que se centra en un "grupo concreto" de pacientes: personas con infarto de miocardio no complicado, sin antecedentes de insuficiencia cardíaca y con una FEVI mayoritariamente preservada.

Por ello, recalca que son los profesionales médicos de Atencion Primaria u Hospitalaria quienes deciden individualmente cómo actuar ante cada paciente, y las sociedades científicas realizan propuestas para actualizar las recomendaciones de las guías clínicas internacionales.

"Es necesario trasladar la evidencia científica sin generar alarma ni confusión en la población general. La divulgación de resultados de ensayos clínicos debe realizarse siempre en un contexto clínico adecuado, subrayando que las conclusiones de un estudio en ningún caso implican la suspensión inmediata o indiscriminada de un tratamiento", explican.

Por último, la Sociedad señala que es "esencial" recordar a los pacientes que nunca se debe suspender la medicación por iniciativa propia, ya que "interrumpir o abandonar un tratamiento sin supervisión médica puede entrañar riesgos importantes".

"Ante cualquier duda o inquietud, lo más seguro es consultar siempre con su médico, quien valorará cada situación de forma individual y en base a la mejor evidencia científica disponible", finaliza SEMERGEN.