Los médicos vuelven a entonar el "Mónica, dimite, el colectivo no te admite"

A la ministra "de la pancarta" le ha salido competencia. Ahora las pancartas son contra ella, mientras ella mira para otro lado. Así se ha podido ver en este viernes 13 de junio. Mientras médicos de toda España celebraban la primera huelga general en cinco años contra el Estatuto Marco que la ministra les quiere imponer y salían a la calle para decir "basta" a unas condiciones laborales que consideran abusivas, ella celebraba un acto en el que presumía de que España tiene una atención primaria "robusta" y "envidiada" a nivel internacional y en el que pedía "cuidar a los que nos cuidan".

Por esas y otras afirmaciones completamente alejadas de la realidad, y por su actitud inflexible a la hora de atender a las demandas de una profesión que vertebra el Sistema Nacional de Salud (SNS), la jornada de huelga ha tenido un seguimiento masivo en la mayoría de las provincias en las que se ha convocado por la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA), y respaldada por la Organización Médica Colegial (OMC).

En la Comunidad Valenciana un 90% de los facultativos del Servicio Valenciano de Salud se sumaron al paro; en Baleares, el 85%-90% en hospitales, el 90% en el colectivo MIR (Médico Interno Residente) y alrededor de un 65%-70% en atención primaria; en Andalucía, el seguimiento fue del 95%, tanto en centros hospitalarios como de atención primaria y del 100% entre el colectivo MIR; en Castilla y León, de un 90% en hospitales y un 60% en primaria; en Castilla-La Mancha, alrededor del 85% de los 9.000 médicos de la Sanidad pública se sumaron al paro; en Canarias, cerca del 90%; en Extremadura, el 65%; en Murcia, el 40% de los médicos y el 45% de los residentes y el 54% de los facultativos de Cantabria.

Galicia y el País Vasco han sido las regiones en la que se ha registrado un menor segumiento, un 16% y un 12% respectivamente.

La traición de Amyts

Cabe recordar que ni en la Comunidad de Madrid, ni en Cataluña, ni en el País Vasco los médicos se han sumado a la huelga de una manera oficial.

El sindicato madrileño Amyts, emparentado ideológicamente con Mónica García, decidió primar la política sobre los derechos de los médicos y neutralizó la jornada de huelga en la región. En un acto de lavado de cara, convocó una concentración para apoyar a los médicos que quisieran sumarse a la huelga, un acto loable si no fuera porque el lugar de encuentro fue el Congreso de los Diputados, que nada tiene que ver con los derechos de los médicos, y no el Ministerio de Sanidad, que es el que decide sobre el Estatuto Marco.

Sin embargo, pese a que no estaba previsto, un gran número de los médicos asistentes cambió de ubicación y se concentró frente a Sanidad, cortando el tráfico en dos de los cuatro carriles del Paseo del Prado, de Madrid.

Con consignas como "Mónica dimite, el colectivo no te admite", "Mónica, escucha, los médicos están en lucha", "médico explotado, paciente maltratado", "plantillas deficientes, riesgo para los pacientes", entre otras muchas, la profesión médica se ha concentrado frente a las delegaciones de Gobierno, hospitales y otros lugares de referencia, donde representantes sindicales y profesionales han llevado a cabo a cabo actos reivindicativos y han leido manifiestos en los que recordaron sus peticiones.

Paralización de cirugías

Como resumen de la jornada, CESM ha asegurado que cerca del 90% del colectivo médico y facultativo ha secundado la huelga. Según el sindicato, en algunas comunidades autónomas se ha logardo la paralización total de la actividad quirúrgica (salvo procesos urgentes).

"El seguimiento ha sido masivo en hospitales, pero también en atención primaria, incluso se ha dado la circunstancia de que en aquellas comunidades que no cuentan con sindicato profesional confederado o que no se ha secundado la jornada de huelga han sido los propios profesionales los que se han organizado y han salido a mostrar su descontento haciendo uso de su derecho a la huelga», ha apuntado la confederación.

También ha informado de que los portavoces han leído un manifiesto en todas las concentraciones autonómicas, en el que han recordado que el Comité de Huelga ha tendido la mano al diálogo con el Ministerio de Sanidad desde el primer momento. «Pero la cartera que dirige Mónica García no ha recogido ninguna de las reivindicaciones clave de los profesionales, que pasan principalmente por una regulación propia de sus especiales condiciones de formación y desempeño laboral", han señalado.

En este sentido, el presidente del sindicato, Miguel Lázaro, ha destacado que Sanidad "debería tomar nota del descontento de los profesionales", y ha mostrado su "esperanza" en que las negociaciones que vengan próximamente "permitan llegar a acuerdos que reviertan la situación de conflicto creado con la profesión".

Además, ha resaltado la "total implicación" del colectivo MIR, con más de un 90% de participación en el paro, lo que supone, dijo, «que han entendido que el futuro de la Sanidad pública pasa por un estatuto que les dignifique y reconozca su singularidad». Por último, el presidente de CESM ha insistido en la importancia de reconocer que la Sanidad pública es el eje del estado del bienestar: "Nos jugamos los derechos no sólo de los profesionales, sino también la calidad de la sanidad pública de 49 millones de pacientes".

¿Qué piden los médicos?

Entre las principales reivindicaciones del colectivo médico se encuentran la reducción de jornada a 35 horas semanales, en lugar de las 45 fijadas actualmente –que dan lugar a una jornada de 60-70 horas–; una regulación estricta de las guardias, con un máximo de horas y garantizando un descanso compensatorio como tiempo de trabajo efectivo; la prohibición de jornadas irregulares impuestas por la dirección de los centros de salud; una clasificación profesional propia que reconozca la formación y responsabilidad de los médicos y el reconocimiento de criterios objetivos de sobrecarga laboral que conlleven medidas obligatorias dirigidas a proteger la salud del trabajador.