Energía nuclear
Buscan radiación en 1.000 kilómetros de costa
La Autoridad de Regulación Nuclear (NRA) ha comenzado un estudio a fondo en la costa que rodea la accidentada central nuclear de Fukushima sobre los niveles de contaminación del fondo marino provocados por los vertidos de la planta, informó hoy el diario Mainichi.
El estudio sobre la densidad del cesio en la zona se realizará mediante un navío que arrastrará por el suelo oceánico un medidor de radiación en un área de unos 1.000 kilómetros cuadrados, que alcanza los 20 kilómetros mar adentro desde la costa y se extiende 50 kilómetros al norte y al sur, respectivamente, de la planta.
Varios estudios anteriores se han centrado en puntos concretos del Océano Pacífico para estimar el alcance de la contaminación motivada por los vertidos de agua radiactiva de la central, aunque ninguno se había realizado con un alcance tan exhaustivo como el de la NRA.
Los resultados serán publicados el próximo mes de marzo con vistas a establecer si el consumo de productos marinos de este área es seguro o no.
Un equipo formado por miembros de la Universidad de Tokio y del Instituto Nacional de Investigación Marítima llevará a cabo la investigación para la NRA y ya ha comenzado a trazar con sonar el perfil geológico del fondo marino de la zona.
Las mediciones de los niveles de cesio se llevarán a cabo entre noviembre y febrero.
La NRA considera que este estudio se deberá realizar de manera anual por lo menos durante los próximos tres años para comprender de manera adecuada la diseminación de los materiales radiactivos.
Se cree que la planta de Fukushima vierte a diario 300 toneladas de líquido radiactivo al océano debido a la acumulación de agua contaminada en los sótanos de los edificios de los reactores.
Esta acumulación es la suma del agua del sistema de refrigeración de los reactores, que se filtra a los niveles inferiores de los edificios, y de la filtración de los acuíferos naturales bajo la planta.
Además, recientemente se descubrió una fuga de 300 toneladas de agua muy tóxica procedente de un tanque que almacena agua que ha sido empleada para enfriar los reactores.
Todas las operaciones de pesca en la costa de Fukushima han sido suspendidas desde septiembre debido al temor a que la contaminación del fondo marino haya aumentado a causa de los últimos vertidos de la central, golpeada por el tsunami del 11 de marzo de 2011.
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