Ciencia

Hallan las proteínas que controlan cómo una planta resiste a la sequía

Imagen de un tricoma de Arabidopsis thaliana
Imagen de un tricoma de Arabidopsis thalianalarazon

Dos equipos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han conseguido identificar y poner nombres a una nueva familia de proteínas implicada directamente en la resistencia que las plantas ofrecen a la falta de agua.

En concreto, según informa el CSIC en un comunicado, estas proteínas facilitan la función de los receptores que activan la señalización de la hormona ácido abscísico (ABA), clave en la respuesta adaptativa para sobrevivir a situaciones de estrés ambiental.

Según los resultados de la investigación, que han sido publicados en la revista Plant Cell, estas proteínas, denominadas CAR, son necesarias para que las moléculas receptoras de ABA alcancen eficientemente su sitio de acción en la membrana plasmática de la célula. O dicho de otra forma: “Esto es crucial, ya que es allí donde comienza el control de muchos de los procesos de adaptación a la sequía, en concreto, la regulación de la pérdida de agua por transpiración o el crecimiento de la raíz en busca de suelos más húmedos”, según explica el investigador del CSIC Armando Albert, del Instituto de Química Física Rocasolano.

Los abordajes experimentales bioquímicos, de biología celular y molecular, junto con los estudios cristalográficos de alta resolución llevados a cabo utilizando la planta modelo Arabidopsis thaliana, muestran que las proteínas CAR, también presentes en plantas de cosecha, tienen una región que les permite insertarse en la membrana y otra que media su interacción con los receptores de ABA.

“Hasta este momento, se sabía que las moléculas receptoras de ABA realizaban parte de su función en el límite externo, es decir, la membrana plasmática de la célula, pero no se conocía cómo estos receptores eran anclados allí”, explica Pedro Luis Rodríguez, investigador del CSIC en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (mixto del CSIC y la Universitat Politècnica de València).

El estrés hídrico, apuntan los investigadores, es responsable de grandes pérdidas en el rendimiento de los cultivos a nivel mundial. El hallazgo presentado en este trabajo permite el diseño de plantas de cosecha con propiedades mejoradas frente a situaciones de sequía.