La contaminación de Pekín, diez veces mayor de lo que establece la OMS

Las autoridades chinas anunciaron ayer que iban a elevar hoy por primera vez a alerta roja por la polución del aire en la capital. Este nivel de riesgo continuará hasta el jueves

A las 23:59 de ayer (hora local), los niveles de contaminación del aire de Pekín se situaban en 249 microgramos por metro cúbico de partículas en suspensión PM 2,5. Para hacernos una idea, en Madrid, en cambio, la concentración era de 63 microgramos (a las 16:59), y eso que la calidad del aire que se respira estos días en la capital es bastante deficiente.

Y es que tras varios días seguidos de elevados niveles de concentración de contaminantes, por encima de 200 microgramos por metro cúbico de PM2,5, la Oficina Medioambiental de Pekín elevó ayer el nivel de alerta por la contaminación del aire al rojo, el máximo nivel, dado que se espera que la polución severa dure más de tres días, tal y como informó la agencia oficial china Xinhua.

Es la primera vez que la capital china eleva su nivel de riesgo hasta el rojo desde que en el año 2013 adoptó este protocolo de respuesta de emergencia frente a la polución. La medida durará desde las 07:00 horas de hoy martes hasta las 12:00 del jueves (hora local), salvo que fuera necesario prolongar la activación del protocolo.

Estar en alerta roja conlleva la prohibición de construir al aire libre mientras dure este nivel de riesgo, así como el cese de la actividad de las determinadas fábricas industriales, a las que las autoridades pueden limitar o pedir que suspendan la producción. En cuanto al transporte privado, se impone la circulación alterna, léase, que los vehículos puedan circular o no según su matrícula sea par o impar. Además, el 30% de los automóviles oficiales no podrán circular.

Pero este nivel de alerta conlleva también toda una serie de recomendaciones, como que se aconseja la suspensión de clases en guarderías, escuelas primarias y secundarias. Pero es sólo un consejo, no una orden.

De acuerdo con el Centro Municipal de Monitorización Ambiental de Pekín, la grave contaminación atmosférica persistirá hasta el jueves, fecha en la que está previsto que se dispersen las partículas en suspensión por la entrada de un frente frío.

Pero hasta entonces, los ciudadanos continuarán expuestos a unos niveles de calidad del aire «tóxicos» para la salud. «Respirar 249 microgramos por metro cúbico de PM2,5 (si fuera durante las 24 horas) significa respirar un aire que supera diez veces el límite que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS)», explica el experto en calidad del aire José María Baldasano, catedrático de Ingeniería Ambiental de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), del Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS).

De hecho, la propia OMS fijó como límite 10 microgramos de media anual o 25 de media en 24 horas, ya que «existe una estrecha relación cuantitativa entre la exposición a altas concentraciones de pequeñas partículas (PM10 y PM2,5) y el aumento de la mortalidad o morbilidad diaria y a largo plazo». En el caso de la UE, el límite establecido es más laxo: 25 microgramos por metrocúbico de promedio anual.

Efectos en baja concentración

La OMS fijó ese techo porque la «contaminación con partículas conlleva efectos sanitarios incluso en muy bajas concentraciones; de hecho, no se ha podido identificar ningún umbral por debajo del cual no se hayan observado daños para la salud».

«Respirar estos niveles de inmisiones (calidad del aire) es un problema serio, especialmente para la población con problemas respiratorios y asmáticos, y en general para toda la sociedad», explica Baldasano.

De hecho, la pasada semana, las autoridades médicas chinas estimaban que iban a darse 800.000 casos nuevos al año de cáncer de pulmón en el año 2020 por los elevados consumos de tabaco y por la deteriorada calidad del aire que se respira a diario en el país.

Por ello, urge que China consiga reducir sus niveles de polución. ¿Cómo? «Dejando de utilizar las centrales térmicas de carbón y renovando la flota de vehículos que tiene, ya que es bastante vieja y de gasóleo, de lo contrario van a continuar repitiendo estos episodios de contaminación del aire», concluye el reputado experto.

Arranca la semana clave del clima

Los ministros y altos cargos gubernamentales de 195 países comenzaron ayer la última fase de las negociaciones en la Cumbre del Clima de París. Una labor contrarreloj para conseguir que el viernes 11 de diciembre se pueda sacar adelante un acuerdo climático global para ponerlo en marcha en 2020. Faltan aún demasiados puntos por cerrar, por ello el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se dirigió a los ministros para recordarles que «el reloj está corriendo hacia la catástrofe climática. El mundo espera más de ustedes que medias tintas y enfoques graduales», informó Servimedia. Ban Ki-moon pidió que se limite el aumento de temperatura del planeta a menos de 2ºC, aunque re cordó que un incremento de 1,5ºC tendrá «consecuencias graves» para algunos países insulares y recomendó que los objetivos que se fijen sean revisables cada cinco años.