Ciencias humanas

La expansión humana acorrala al águila pescadora de Canarias

Pandion haliaetus
Pandion haliaetuslarazon

Un equipo de científicos de la asociación GOHNIC de las islas Canarias ha concluido en un estudio que la expansión humana podría ser una de las principales causas de la precaria situación en el archipiélago de las águilas pescadoras, que están en peligro de extinción.

El águila pescadora, un ave en peligro de extinción, tiene una escasa población reproductora en Canarias. Investigadores del Grupo de Ornitología e Historia Natural de las Islas Canarias (GOHNIC) han estudiado qué áreas seleccionan para anidar las águilas pescadoras no migratorias (Pandion haliaetus) de estas islas en la actualidad y cuáles utilizaban en el pasado, para evaluar tanto su densidad como la selección de su hábitat.

"Según nuestros modelos de predicción, Canarias tiene grandes áreas disponibles de hábitats adecuados para estas águilas, pero no las están ocupando. Los resultados del estudio indican que las actividades humanas podrían estar limitando el asentamiento y dispersión de nuevas parejas", apunta a SINC Beneharo Rodríguez, coautor del estudio que publica la revista IBIS e investigador del GOHNIC.

Al comparar los lugares donde anidan con mayor frecuencia y una selección al azar de zonas donde podrían potencialmente criar, se encontraron que la mayoría de los nidos están en altos acantilados orientados al suroeste.

Estos lugares se caracterizan por tener una menor presión humana y por estar cerca de las colonias de gaviotas patiamarillas (Larus michahellis) y las zonas de cría del halcón de Berbería (Falco pelegrinoides).

"La escasa población reproductora de águila pescadora en las islas se ha mantenido estable durante las tres últimas décadas. Sin embargo, el tamaño poblacional fue mayor a principios del siglo XX y los sitios elegidos por las aves para criar eran, por lo general, más accesibles", apunta el científico.

Por otra parte, los investigadores también han detectado cambios en algunas características del hábitat de cría. "De los 68 nidos detectados en todo el archipiélago, 29 estuvieron ocupados en al menos una ocasión entre 2000 y 2008 y los restantes permanecieron vacíos durante todo ese mismo periodo", argumenta Rodríguez.

La densidad de nidos en el litoral canario fue 0,53 nidos/km de costa, aunque este valor aumentó hasta 3,38 nidos/km cuando el tramo de costa estaba dominado por acantilados de más de 50 m de altura.

Modelos matemáticos para evaluar zonas de anidamiento

Al cotejar los nidos que ocupaban en el pasado con los más recientes se advirtió que estos últimos están en sitios más altos, cerca de aguas más profundas, lejos de pistas y construidos con menos frecuencia en cavidades.

"Esta asociación podría estar justificada por varias razones, entre otras, el beneficio que supone para el águila la advertencia suministrada por el comportamiento agresivo de las dos especies que cohabitan con ellas en los acantilados, ante un depredador potencial de sus huevos y pollos", asegura el científico.

En este sentido, varias parejas de águilas pescadoras canarias han construido nuevos nidos dentro de colonias de gaviotas patiamarillas, aun cuando había disponibilidad de lugares adecuados para la cría y exentos de estas aves en las proximidades.

Los modelos matemáticos permitieron además predecir la idoneidad del hábitat en todo el archipiélago canario. Se observó que existe gran cantidad de tramos costeros adecuados para la reproducción de esta especie.

"La baja densidad actual y el aparente estancamiento de la población durante las últimas décadas parecen indicar que factores como las molestias humanas están jugando un importante papel restrictivo en la dispersión y el establecimiento de nuevas parejas de águilas, en lugares donde hace ya muchos años que no nidifican", concluyen.

La vigilancia de los nidos y sus inmediaciones es, junto con el monitoreo continuo de cada pareja, prioritario para garantizar la conservación de esta rapaz en Canarias.