Medio Ambiente
Los científicos dudan del plan para salvar la Gran Barrera de Coral
La propuesta del Gobierno de Australia para salvar la Gran Barrera de Coral, el mayor sistema coralino del mundo situado en el noreste del país oceánico, ignora el impacto del cambio climático en esta zona declarada Patrimonio de la Humanidad, alertó hoy un grupo de científicos.
Así lo advirtió la Academia de la Ciencia de Australia en una serie de documentos presentados ante el Ejecutivo de Camberra y el del estado de Queensland, que tiene jurisdicción sobre la Gran Barrera, por considerar que tampoco contempla una gestión adecuada de la calidad de las aguas, la pesca, o del desarrollo costero.
La Academia tampoco cree que el plan gubernamental aborde asuntos como los conflictos de intereses o la falta de vigilancia de esta vasta zona, según un comunicado de la institución científica divulgado este martes.
La Gran Barrera fue declarada por la Unesco en 1981 como Patrimonio de la Humanidad, pero ahora esta organización evalúa si la incluye en 2015 en la lista de Patrimonio en Peligro por el impacto del desarrollo de la zona costera en el ecosistema, la calidad de las aguas y la salud de los corales.
En respuesta, el Gobierno publicó este año un plan de recuperación de la Gran Barrera hasta 2050 que contempla la limpieza de las aguas de sus cuencas y la erradicación de la plaga de estrellas que se alimentan de sus corales, entre otros puntos.
«La Barrera se está degradando y sus condiciones están empeorando. Es un plan que no restaurará a la barrera y ni la mantendrá en su ya mermado estado», dijo Terry Hughes, uno de los científicos que contribuyó con documentos presentados por la Academia.
«Lo que es más decepcionante es que la mayor amenaza a la Barrera, como es el cambio climático, ha sido virtualmente ignorado en este plan», acotó Hughes, quien alertó también del peligro que se emana del dragado en los puertos de exportación de carbón del área.
«El plan parece centrarse demasiado en la tarea de resolver a corto plazo las preocupaciones de la Unesco sobre la lista de Patrimonio de la Humanidad, en lugar de los retos a largo plazo de restaurar los valores de la Barrera», enfatizó el representante de la Academia.
Según un reciente estudio en Australia, las actividades de dragado, que incrementa el nivel de los sedimentos que caen sobre los corales, interfiere en su habilidad para poder alimentarse y por ende, reduciendo su energía, y aumentan las frecuencia con que se manifiestan las enfermedades en estos organismos vivos.
Pero para el gubernamental Instituto de Ciencias Marinas, el 48% del deterioro de los corales se debe a las tormentas y los ciclones, el 42% por las estrellas coronas de espinas (Acanthaster planci) y un 10% al blanqueamiento producido por el calentamiento global.
La salud de la Gran Barrera, que alberga 400 tipos de coral, 1.500 especies de peces y 4.000 variedades de moluscos, comenzó a deteriorarse en la década de 1990 por el doble impacto del calentamiento del agua del mar y el aumento de su acidez por la mayor presencia de dióxido de carbono en la atmósfera.
✕
Accede a tu cuenta para comentar