Tokio

Próximo tren con destino a Fukushima

La compañía ferroviaria japonesa JR ha reanudado parte de sus conexiones de trenes dentro del área de evacuación de Fukushima después de más de tres años sin operar en la zona por el accidente nuclear de 2011, informaron hoy medios locales.

El primero de los trenes en circular en esta zona conectó las localidades de Iwaki y Naraha el pasado domingo, transportando a un centenar residentes de las áreas evacuadas y representantes de las autoridades locales, según el diario «Asahi».

La circulación en este tramo de 8,5 kilómetros permanecía suspendida desde marzo de 2011, y ahora la compañía operadora ha decidido reanudarla tras confirmar que los niveles de radiación ya no suponen problemas de seguridad gracias a los trabajos de descontaminación en las vías y estaciones ferroviarias.

Naraha se encuentra a 12 kilómetros de la accidentada planta nuclear de Fukushima Daiichi, y en la mayor parte de esta localidad el acceso continúa restringido y se prohíbe pernoctar.

El 80 por ciento de sus habitantes fueron evacuados al tratarse de una de las nueve localidades incluidas en la zona de exclusión por alta radiación decretada por el Gobierno en abril de 2011 tras la crisis nuclear provocada por el terremoto y el tsunami.

No obstante, a mediados del pasado mes de abril las autoridades niponas decidieron permitir el acceso total a algunas áreas de la ciudad tras comprobar que la radiación se había reducido a 0,44 microsievert por hora, la mitad del nivel previo a las tareas de descontaminación y considerado como seguro.

El alcalde de Naraha, Yukiei Matsumoto, confió en que la reanudación del servicio ferroviario «ayude a la reconstrucción de la ciudad», según declaró a la cadena estatal NHK.

Las autoridades locales se han fijado como objetivo la próxima primavera para que todos los residentes de esta zona que fueron evacuados puedan volver de forma definitiva a sus hogares.

Unos 50.000 residentes de estos nueve municipios continúan evacuados debido a las emisiones radiactivas, que también han afectado gravemente a la agricultura, la ganadería y la pesca local.