China

Un banquete canino para festejar el verano

La población de Yulin y los animalistas se enfrentan por la legitimidad de este singular festival

Los perros llegan a Yulin en estas jaulas para ser comprados y posteriormente cocinados para el consumo de la población
Los perros llegan a Yulin en estas jaulas para ser comprados y posteriormente cocinados para el consumo de la poblaciónlarazon

Cada cultura tiene su forma de dar la bienvenida al verano. En nuestro país es habitual que, coincidiendo con la festividad de San Juan, un par de días después del solsticio de verano, se organizan en muchas playas de nuestro litoral las tradicionales hogueras. En la ciudad de Yulin, en China, su forma de comenzar la temporada estival es más controvertida. Celebran un festival que concluye con los habitantes de la ciudad comiendo perro con lichis. Para el festival de este año se estima que se han consumido unos 10.000 canes, lo cual ha alarmado a grupos de activistas y defensores de los animales.

El trato a los animales en China está adaptándose bastante en los últimos años a las costumbres occidentales, mucho más tolerantes con los animales y en especial con mascotas como los perros que las tradiciones en los países orientales. Pero los habitantes de laciudad de Yulin se niegan a renunciar a sus costumbres a pesar de que las autoridades locales se defienden sosteniendo que no es una celebración oficial.

Numerosos activistas con la intención de torpedear esta singular tradición se desplazaron a la ciudad China y, según fuentes de algunas defensoras de animales, pudieron salvar hasta 450 mascotas comprándolas en el momento en el que iban a ser sacrificadas. Además llevaron a cabo campañas de concienciación y manifestaciones tanto en el lugar de los hechos como en las redes sociales. Estos activistas no sólo protestan contra el festival, sino que también denuncian que es parte de las costumbres de la zona el consumo de perro, un hábito que en su opinión debería ser erradicado, puesto que en numerosas ocasiones estos perros no han pasado ningún tipo de control sanitario y en las condiciones en las que viven es totalmente desaconsejable alimentarse de su carne.

La población local, en un intento por esquivar a los activistas y de este modo evitar que les arruinaran la fiesta, adelantaron un fin de semana el comienzo del festival. La singular celebración y la preparación para comerse a los perros comienza comienza con la llegada de los comerciantes que traen los perros vivos que son comprados por los concursantes. Posteriormente son sacrificados y se despellejan para ser cocinados del mismo modo que se consumen otros mamíferos como el conejo. El perro se suele cocer y se sirve acompañado de lichis, un fruto autóctono de la región con gran cantidad de carbohidratos, vitaminas y minerales. El kilogramo de carne de can ronda durante la celebración en el mercado de Yulin los 6 euros por kilogramo.

En occidente nos puede parecer una aberración el consumo de este tipo de mascotas tan queridas para nosotros, pero a nivel nutricional al menos, no parece tan grave. Para Jesús Román, presidente del comité científico de la Sociedad Española de Dietética (Sedca) «es algo muy cultural. Pensemos que aquí en España es común comer pulpo y para un inglés... y eso que somos culturalmente vecinos», sostiene Román. La carne de perro es como la de cualquier otro mamífero si tratamos sus nutrientes. «Es sobre todo una proteína de origen animal y por lo tanto de buena calidad. Nutricionalmente hablando no hay demasiada diferencia entre comer perro y consumir cualquier otro animal carnívoro y mamífero», asegura el doctor Román, siempre y cuando las condiciones sanitarias del animal sean las adecuadas, tal y como reivindicaban los activistas que actuaron en contra del singular festival.

Cultura y moral son dos valores que con frecuencia suelen verse encontrados, sobre todo cuando tratamos tradiciones controvertidas como ésta. A nadie le gusta que toquen sus costumbres, pero tampoco que maltraten a sus amigos.