Mente abierta y buen humor, claves para sobrevivir al Erasmus

Las conversaciones en tres idiomas a la vez, efímeros juramentos de amor y el hacer amigos son algunas de las historias que no olvidan los «erasmus».

Ir con la mente abierta y con buen humor son dos de las claves para sobrevivir al Erasmus, programa de movilidad académica que cumple 30 años en 2015, tiempo en el que más de tres millones de universitarios europeos han vivido esta experiencia.

Es lo que aconsejan Amaia Arrazola y Raquel Piñeiro, las autoras de "Cosas que nunca olvidarás de tu Erasmus", un libro que a través de ilustraciones y pequeños textos recrea en clave de humor las anécdotas que les gusta recordar a todos los que disfrutaron de esta beca.

Las conversaciones en tres idiomas a la vez, efímeros juramentos de amor eterno y el hacer amigos que en un mes se convertían en lo más importante son algunas de las historietas que, según ellas, recuerdan con nostalgia los "erasmus".

Amaia estuvo un año en París y asegura a Efe que esta experiencia le cambió la vida: allí conoció a su novio con el que lleva diez años y también descubrió su verdadera vocación, el mundo de la ilustración.

A pesar del miedo que tuvo justo antes de viajar sola a esta ciudad europea, siempre recordará la frase que le dijo una amiga suya que había ido el año anterior: "Cuando te vayas, llorarás cinco minutos y, cuando vuelvas, llorarás tres meses", algo que considera que es cierto.

"Es una experiencia que te abre la mente, te pone en situaciones difíciles que tú mismo no sabías que eras capaz de afrontar, te hace ser más adulto", dice Amaia.

No sólo aprendes el idioma y conoces otra ciudad, sino que también ganas amigos y sensación de libertad, pero, para ello, recomienda ir con buen humor, no quejarse de todo y recordar que esta beca es efímera y nunca se volverá a vivir.

Quizá lo más llamativo del libro es que la otra autora, Raquel, no ha experimentado un Erasmus. Explica que estas becas aportan madurez y ayudan a crecer, ya que llegas solo a otro lugar con una maleta y en unos meses tienes que ser capaz de construirte una vida entera, lo que "da una sensación de poder muy interesante a los 20 años".

Al igual que Amaia, recomienda a los jóvenes que tengan la oportunidad de vivir esta experiencia, "aprovecharla a tope", que se atrevan a hablar con todo el mundo y que no se queden encerrados en la habitación.

Las dos autoras hablan del Erasmus como "la mili del siglo XXI", porque "te pone en un entorno totalmente desconocido, con un montón de gente que no conoces de nada y con la que creas unos lazos muy fuertes"y también porque el que lo ha vivido no para de contar anécdotas.

Esta beca de movilidad europea supone para gran parte de los participantes la primera vez que salen de casa, un nuevo comienzo e incluso muchos se quedan en el país de destino a vivir, por lo que, para los que se lo piensan o tienen vértigo a irse, las autoras de este libro insisten en que "el miedo nunca puede ser una barrera".

Según los últimos datos estadísticos del Ministerio de Educación, el número de estudiantes que se fueron de Erasmus bajó un 0,7% en el curso 2012-13 con respecto al año anterior y supuso el primer descenso tras cinco años de subidas.

Así, fueron 39.249 (incluyendo universidad, artísticas y formación profesional) los participantes del programa de movilidad, frente a los 39.545 del año 2011-12.