Miguel Carcaño y su hermano enterraron juntos a Marta

Miguel Carcaño tendrá que comparecer de nuevo ante el juez para dar explicaciones sobre la nueva versión de los hechos que le dio a los agentes del GRUME (Grupo de Menores de la Policía Judicial), en el que da un giro radical a todo lo dicho hasta ahora sobre lo que ocurrió en la noche del 24 de enero de 2009 en el piso de León XIII.

Miguel Carcaño tendrá que comparecer de nuevo ante el juez para dar explicaciones sobre la nueva versión de los hechos que le dio a los agentes del GRUME (Grupo de Menores de la Policía Judicial), en el que da un giro radical a todo lo dicho hasta ahora sobre lo que ocurrió en la noche del 24 de enero de 2009 en el piso de León XIII. En su nueva confesión, Carcaño, condenado a 21 años y tres meses de prisión –que terminarán el 8 de mayo de 2030, cuando tenga 41 años–, defiende que lo que realmente ocurrió aquélla noche fue fruto de una discusión por dinero.

Según confirmaron fuentes policiales, durante la declaración dijo que en el piso estaba Marta y su hermano Francisco Javier Delgado y que sobre las 22:00 horas comenzó un enfrentamiento con su hermanastro, que le echó en cara haberse gastado el dinero que tenía reservado para pagar la hipoteca. En mitad del incidente, Marta del Castillo quiso mediar entre ellos, momento en el que Francisco Javier sacó la pistola –entonces trabajaba como vigilante de seguridad de un centro de salud–, le pegó a la joven sevillana con la culata del arma en la cabeza y la mató.

Tras el violento desenlace de la pelea, Miguel y Francisco Javier trasladaron juntos el cuerpo hasta las afueras de La Rinconada, un municipio sevillano próximo a la capital, «y lo enterraron o lo escondieron en una especie de escombrera», apuntan las mismas fuentes policiales.

No es la primera vez que Carcaño cambia el relato de los hechos, ya que ha dado versiones contradictorias desde su primera declaración, en la que admitió que había matado a la joven de un golpe en la cabeza con un cenicero y que sus amigos Samuel Benítez y el «Cuco» le habían ayudado a tirarla al río Guadalquivir.

En relación con la nueva declaración, el único condenado por la muerte de la joven sevillana, ya dijo durante el juicio que su hermano «no tenía "feeling"» con la joven sevillana, lo que podía ser un primer aviso a Delgado de lo que podría llegar a hacer si su declaración le perjudicaba. Lo cierto es que la relación entre Carcaño y Delgado tampoco pasaba por sus mejores momentos, situación que se confirma con la implicación de Francisco Javier, que ya fue absuelto por la Audiencia de Sevilla y el Tribunal Supremo gracias a que sus llamadas al móvil durante la noche del crimen avalan que durante las horas en las que se produjo el asesinato y posterior desaparición se encontraba cenando primero con su ex esposa y después trabajando en su bar hasta las 3:00 de la madrugada.

Delgado no quiso declarar

Esta nueva línea de investigación ha tenido consecuencias. La Policía llamó el pasado jueves a Delgado, a quien acusan de un presunto delito de homicidio. Francisco Javier compareció ante los investigadores, aunque se acogió a su derecho a no declarar. Sigue manteniendo que es inocente. La filtración de las novedades de la investigación no ha sentado nada bien a los investigadores, que consideran que lo único que han conseguido con la publicación de la nueva declaración de Carcaño es dar pistas al abogado y a Delgado sobre las preguntas que pueden centrar los próximos interrogatorios. Carcaño, por su parte, ha salido dos veces de la cárcel de Morón de la Frontera, donde se encuentra interno para indicar a los agentes el lugar donde habrían ocultado el cuerpo de Marta.

¿Cuál es el problema? Fuentes policiales explican a LA RAZÓN que Carcaño «ha señalado diferentes puntos en sitios distintos» y, de momento, no hay ni rastro de la supuesta escombrera, con lo que tampoco del cuerpo.

Carcaño volverá a los juzgados, deberá volver a defender su versión delante del juez de Instrucción número 4 de Sevilla, Francisco de Asís Molina. Lo hará en los próximos días y en calidad de testigo para ratificar la acusación contra su hermano. De momento, ha provocado otra vuelta de tuerca en el caso: deja fuera al «Cuco» –ya en libertad tras cumplir dos años de internamiento por encubrir el crimen– de cualquier vinculación con la muerte y desaparición de Marta, y a Samuel Benítez, absuelto por la Audiencia Provincial por el mismo delito, aunque con la espada de Damocles de la decisión del Tribunal Supremo: ha ordenado a la Audiencia que dicte una nueva sentencia sobre su caso.

Fuentes judiciales han restado credibilidad a la nueva versión ofrecida por Carcaño cuatro años después de los hechos, dadas las sucesivas versiones, hasta siete, que ha dado sobre la muerte de la joven, y han instado a esperar el resultado que ofrezca la investigación puesta en marcha por el Juzgado de Instrucción número 4 de Sevilla, que ya instruyó el asesinato de la joven.

De hecho, ni siquiera en el entorno de Carcaño cree que ésta pueda ser la declaración que sirva para cerrar definitivamente el caso y que acabe con el dolor «eterno» de la familia Del Castillo.

Miguel Carcaño es el único condenado por la muerte de Marta del Castillo. En una sentencia conocida el 13 de enero de 2012, la Audiencia Provincial condenó al asesino confeso de la joven a 20 años de prisión y la prohibición de residir en la misma localidad o ciudad donde lo hagan los padres y las dos hermanas de la víctima durante 30 años, así como de aproximarse a menos de 500 metros y de comunicarse por cualquier medio con ellos por el mismo espacio de tiempo.

Posteriormente, el Tribunal Supremo elevó la condena un año y tres meses por un delito contra la integridad moral por el sufrimiento provocado a los padres de la víctima por sus constantes cambios de la versión sobre el paradero del cuerpo, que a día de hoy sigue sin conocerse.