México
Misterios sin resolver
México es un lugar extraordinario. Naturaleza rotunda, gentes extravertidas, música inolvidable, comida sabrosa..., podría ser el paraíso; pero la historia se escribe de otra manera. Casi todo el país, tanto para los locales como para los foráneos es, simplemente, un lugar peligroso, donde es preciso ir con cien ojos, no descuidarse jamás y no dejarse llevar por el tequila o la sonrisa de un desconocido. La desigualdad, la pobreza pero sobre todo ese narcotráfico que se extiende como una mancha por buena parte de la geografía mexicana, han convertido a la tierra de los corridos y las rancheras en un espacio perfecto para la corrupción y el crimen. Los de allá, se lo saben. Pero los turistas, a veces ingenuos en exceso, se la juegan. Olvidan que la tragedia acecha en cada esquina. El pasado 2 de julio cuando dos jóvenes armados asaltaron el vehículo en el que volvían de la playa Pilar Garrido, su marido y su hijo, en Tamaulipas y se llevaron a la española, todo llevaba a pensar que se trataba de un secuestro. Sin embargo, nadie llamó para reclamar nada. Muy cerca del lugar de los hechos, aparecieron una osamenta, cabellos y tejidos y, tras efectuarse los pertinentes análisis, se comprobó que pertenecían a la desaparecida. Pero el motivo de que dos desconocidos se la llevaran, sin querer nada más, ni el coche, ni el dinero del momento, ni un rescate, ni siquiera el teléfono móvil invita a lucubraciones de cualquier tipo. Al menos en España.... En México parece que estas cosas están tan a la orden del día, que han acabado por resignarse a aceptar que ocurran e incluso que no se resuelvan jamás.
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