Sanidad

Mónica García quiere que los médicos trabajen 48 horas semanales

La ministra lleva un año vendiendo que va a acabar con las guardias de 24 horas, pero las 17 que propone como máximas tienen trampa. "Es una tomadura de pelo"

Fachada del hospital La Paz en Madrid
Fachada del hospital La Paz en MadridEuropa Press

Una de las cruzadas más populares de Mónica García como ministra de Sanidad de cara a los profesionales sanitarios fue su anuncio, en marzo del año pasado, de que quería acabar con las guardias de 24 horas.

Su argumentario no podía ser más convincente al definirlas como "parte de un sistema arcaico que agota a los profesionales y merma la calidad asistencial" y resaltar que "ponen en riesgo la salud tanto de los profesionales como de los pacientes". "Nadie quiere ser atendido en la hora 36 de trabajo del médico", dijo.

Siendo, como son, obligatorias, lo que supone un agravio comparativo para los facultativos con respecto al resto de los trabajadores de cualquier sector, eliminarlas era el chocolate del loro para ganarse el favor de los médicos.

"Nos dio mucha esperanza su anuncio, por que por fin parecía que alguien iba a tomarse en serio una larga reivindicación de los trabajadores del Sistema Nacional de Salud (SNS)", explica a LA RAZÓN Víctor Pedrera, secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM).

Sin embargo, y como siempre, la realidad ha sido otra muy distinta. La semana pasada conocíamos los cambios que el ministerio de Sanidad había incluido en el borrador del nuevo Estatuto Marco del personal sanitario del SNS –actualmente en negociación– de manera unilateral y sin consenso, sobre temas clave para la profesión médica.

Sobre las guardias, y después de meses de retraso, Mónica García anunciaba a bombo y platillo que su propuesta era que se redujeran a un máximo de 17 horas y que se prohibiera que fueran precedidas o seguidas de un turno ordinario.

Un texto "lleno de trampas"

Una cuestión que se desarrolla en el artículo 85 del borrador y que ha indignado a CESM. "Nos ha tomado el pelo de una forma escandalosa. El texto está lleno de trampas", denuncia Pedrera. «A la guardia de entre semana se entra a las 15 horas y se sale a las 8 horas del día siguiente. Normalmente, los médicos entran ese día que tienen guardia a las 8 de la mañana. Con lo que pretende Sanidad, no te dejan entrar ese día a las 8 ("para que no estés tan cansado"), pero las horas entre las 8 y las 15 horas las debes», explica.

"Además, nos siguen obligando a trabajar 48 horas semanales, con horas que se llaman ‘de guardia’ y que no solo no se pagan como horas extras sino que se pagan por debajo de una hora ordinaria". "¿No ha sido su partido el abanderado de la jornada de 37,5 horas para cualquier trabajador? Entonces, ¿por qué el médico tiene que hacer 10 horas más?", se pregunta, molesto, el secretario general.

Este punto resulta hasta maquiavélico si tenemos en cuenta las palabras de la ministra el pasado miércoles, cuando señaló que el fin de las guardias de 24 horas era "una medida que se enmarca en el contexto que el Gobierno está defendiendo de la reducción de la jornada laboral". Una reducción que, a la vista de los hechos, no es para todos.

Además, el texto añade que estas jornadas de 48 horas, podrán "extenderse hasta 150 horas al año de forma voluntaria", algo que directamente vulnera la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.

Sanidad también propone que se garantice a los médicos 36 horas de descanso semanal, "que es casi la mitad que las 60 que tiene cualquier otro trabajador. Está hecho todo al revés".

CESM, que recibió el texto casi en paralelo a que la ministra hiciera públicas estas medidas, se ha tomado estos días para analizarlo en profundidad y asegura que presentará todas las

alegaciones pertinentes en la reunión de la mesa de negociación del próximo miércoles 22 de enero. Además, están valorando tomar algunas medidas de presión.

"No vemos que haya voluntad de negociación, ni de mejora", resumen.