Verano
¿Las moscas revolotean sobre tu comida cada vez que comes al aire libre? Aquí tienes una forma sencilla y eficaz de mantenerlas alejadas
Para un efecto inmediato y continuo, este truco sigue siendo la táctica más fácil y confiable para comer tranquilo al aire libre
Si cada picnic se convierte en una batalla contra moscas, la solución más simple y efectiva no está en un aerosol, sino en el aire en movimiento: un ventilador portátil apuntando a la mesa.
Por qué funciona
Las moscas son voladoras débiles a contracorriente. Una corriente de aire constante: dificulta que se posen sobre la comida, dispersa los olores y el CO₂ que las atraen, y crea una barrera física que les complica maniobrar.
Cómo aplicarlo en 3 pasos
- Coloca un ventilador pequeño (de pinza o sobremesa, a pilas o batería) a 30–50 cm de la comida.
- Ajusta en velocidad baja o media y orienta el flujo a ras de mesa, no a la cara de los comensales.
- Si la mesa es grande, usa dos ventiladores en extremos opuestos para cubrir toda la superficie.
Seguridad y sentido común
- Mantén cables y aspas fuera del alcance de niños y mascotas (protecciones o aspas blandas ayudan).
- Evita dirigir el aire hacia velas o brasas.
- Tras comer, retira restos y tapa alimentos: menos señuelo, menos moscas.
¿Y si no tienes ventilador?
Como apoyo, las campanas/mallas para platos reducen los aterrizajes, y limpiar salsas dulces o derrames pegajosos corta buena parte de los “invitados”. Pero para un efecto inmediato y continuo, el ventilador sigue siendo la táctica más fácil y confiable para comer tranquilo al aire libre.