Salud

Muere el «Capitán Optimista», el pediatra que trataba con sonrisas a niños con cáncer

Siempre hizo frente a la adversidad con una sonrisa dibujada en la cara a pesar de padecer él también la enfermedad.

Antonio Javier Cepillo / Foto: Facebook Los Guachis Del Hospital De Albacete
Antonio Javier Cepillo / Foto: Facebook Los Guachis Del Hospital De Albacetelarazon

Siempre hizo frente a la adversidad con una sonrisa dibujada en la cara a pesar de padecer él también la enfermedad.

Antonio Javier Cepillo, "Cepi", o "El Capitán Optimista", siempre hizo frente a la adversidad con una sonrisa dibujada en la cara. Creía en la risa como complemento a la medicina para ayudar a los niños con cáncer. Sin embargo y paradójicamente, esta terrible enfermedad acabó con su vida hace unos días

Todo comenzó en 2016, durante el discurso de despedida como médico residente de 'Cepi', apelativo por el que era conocido por sus allegados. El joven pediatra aprovechó esa ocasión en la Facultad de Medicina de la Universidad de Castilla-La Mancha para revelar, emocionado, que durante su tercer año de residencia se descubrió un bulto.

Como si el tiempo se hubiera congelado, reconoció ante los presentes que era un tumor y que padecía cáncer. Desde entonces todo cambió para él.

Justo un año después, en junio de 2017, se erigió como 'Capitán Optimista', gracias una iniciativa que logró sacar muchas sonrisas a pequeñas y pequeños héroes que batallaron, y lo siguen haciendo, contra el cáncer.

Fruto de esta maravillosa labor recibió el premio a la Responsabilidad Social que otorga la Confederación de Empresarios de Albacete.

En sus consultas de la felicidad, Antonio ejerció, además de médico, como payaso, flautista o brujo. "La viva imagen del Principito", expresaron desde Los Guachis. Y es que, el pediatra perteneció a este grupo de animación que se dedica a amenizar la estancia en el hospital a los menores.

"En el mundo de Los Guachis existe un firmamento donde las estrellas no se apagan. Brillan e irradian fuerza que alumbra las tinieblas (...) Que no se pierdan sus enseñanzas y que sus proyectos caigan en las manos adecuadas. Le hará muy feliz que su legado nos se pierda", aseveraron.

Tras su funesto fallecimiento, varios compañeros han creado una iniciativa para poner su nombre al Hospital Universitario de Albacete. Actualmente cuenta con más de 33.000 firmas de las 35.000 que son necesarias.

"¿Qué mejor que asignar al Hospital el nombre de una persona que lo ha dado todo por la medicina, que ha puesto su corazón y su ejemplo para una buena praxis, qué mejor que devolver todo el amor que él ha dado por su trabajo?", dice el escrito.

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