Inteligencia artificial
Una mujer usa ChatGPT para vender su casa: “Gané más de 8.000 euros extra gracias a la IA”
Tras recibir la recomendación de dos agencias inmobiliarias locales, una mujer decidió recurrir a la inteligencia artificial para tasar su vivienda
Comprar una vivienda puede ser una de las operaciones más complejas de la vida adulta; pero venderla tampoco es una tarea sencilla: dudas sobre el precio, negociaciones largas y la sensación de que quizá no se ha conseguido el mejor trato posible. Eso fue lo que pensó Martine (nombre ficticio), una mujer francesa que había decidido mudarse tras más de veinte años viviendo en la misma casa. Sin embargo, lo que parecía un proceso rutinario acabó convirtiéndose en un caso llamativo gracias a una herramienta inesperada: la inteligencia artificial.
Según relató el diario francés Le Figaro, Martine puso en venta su casa de Argenteuil, al noroeste de París, tras recibir la recomendación de dos agencias inmobiliarias locales. Las tasaciones oscilaban entre 295.000 y 302.000 euros. A pesar de que eran precios ajustados al mercado, a la propietaria le parecieron insuficientes para el valor sentimental y material de la vivienda.
Fue entonces cuando entró en escena su hijo, un apasionado de la informática. Tras ver en redes sociales cómo algunos usuarios experimentaban con inteligencia artificial para obtener segundas opiniones en distintos ámbitos, le sugirió: “¿Por qué no pruebas con ChatGPT?”.
Madre e hijo introdujeron con detalle las características de la vivienda: superficie, año de construcción, orientación suroeste, estado tras una reforma reciente, la existencia de un jardín amplio, garaje privado, y la cercanía a transportes y servicios.
El resultado sorprendió a ambos. ChatGPT situaba el precio en 312.000 euros, casi 10.000 euros por encima de la estimación más alta de las agencias consultadas. Esa cifra dio un giro al proceso: Martine decidió contrastar el dato con uno de los agentes inmobiliarios, quien, según recogió Le Figaro, admitió haber dejado un margen de seguridad para agilizar la venta y reconoció que ciertos elementos, como las reformas recientes o la amplitud del jardín, no habían sido suficientemente valorados.
"Gané 8.000 euros extra gracias a ChatGPT"
Con el nuevo escenario, la vivienda se anunció por 315.000 euros, lo que ofrecía margen de negociación para los interesados. La estrategia funcionó: en apenas tres semanas, Martine logró cerrar la operación por 310.500 euros. Es decir, más de 8.000 euros adicionales respecto a lo que le habían sugerido inicialmente las agencias.
“Jamás pensé que un robot pudiera ayudarme a vender mi casa por más dinero”, confesó con humor a su abogado, Thomas Carbonnier, citado por el rotativo francés.
Aunque la historia se presenta como un éxito, los expertos piden cautela. Carbonnier, que preside la asociación de propietarios UNPI 95 Sarcelles, subrayó que la IA funciona bien con propiedades estándar, pero puede fallar en viviendas atípicas o en mercados muy específicos.
Loïc Cantin, presidente de la Federación Nacional de Agentes Inmobiliarios de Francia (FNAIM), coincidió en que la inteligencia artificial es una herramienta útil pero incompleta. “Los algoritmos no pueden valorar si un colegio cercano tiene buena reputación, si el vecindario es tranquilo o si hay problemas ocultos como ruidos molestos”, explicó al diario galo. En su opinión, la clave está en combinar el análisis de datos de la IA con la experiencia de los profesionales locales.
El caso de Martine refleja una tendencia creciente: los propietarios recurren cada vez más a herramientas digitales para tomar decisiones antes de vender o alquilar sus inmuebles. En un mercado inmobiliario europeo marcado por la incertidumbre, y unos precios cada vez más al alza, tener una segunda opinión, aunque provenga de un algoritmo, puede abrir nuevas perspectivas.
La inteligencia artificial ha entrado también en el sector inmobiliario, no para sustituirlo, sino para complementarlo. Y aunque la IA no puede medir el valor de una vista privilegiada o el ruido de un vecino molesto, sí puede ofrecer un punto de partida más ajustado, que los dueños de viviendas, como el caso de Martine, pueden aprovechar para negociar mejor. En su caso, el resultado fue claro: una mudanza más tranquila, una venta rápida y 8.000 euros extra que, según sus palabras, no habría conseguido sin la ayuda de ChatGPT.