Opinión

Mujeres ante la cruz

Bergoglio ha destacado la presencia de mujeres acompañando a Jesús en su «vía dolorosa» hacia el Calvario

Antonio Pelayo
Antonio PelayoLa RazónLa Razón

El viacrucis de este año en el Coliseo, aparte del sobresalto de la ausencia del Papa decidida en el último momento, ha ofrecido una novedad importante: sus meditaciones han sido escritas por primera vez de su puño y letra por Francisco. Lo hizo en dos ocasiones Juan Pablo II en sus largos años de pontificado y Joseph Ratzinger cuando era sólo cardenal denunciando la «inmundicia» en el seno de la Iglesia.

Bergoglio ha destacado la presencia de mujeres acompañando a Jesús en su «vía dolorosa» hacia el Calvario. En la cuarta estación «Jesús encuentra a su madre» escribe: «.No podemos prescindir de una madre que nos dé a luz pero tampoco de una madre que nos encarrile en el mundo».

Más adelante, en la octava estación «Jesús encuentra a las mujeres de Jerusalén» este es su comentario: «Ayúdanos a reconocer la grandeza de las mujeres, las que en Pascua te fueron fieles y no te abandonaron, las que hoy siguen siendo descartadas, sufriendo ultrajes y violencia. No lloran por ellas, sino que lloran por ti, por el mal y el pecado del mundo».

Cuando en la décimo tercera estación el cuerpo de Jesús es entregado a María el Papa hace esta reflexión: Aquel niño que tuviste en tus brazos ahora es un cadáver destrozado. Sin embargo, ahora, en el momento más doloroso, resplandece la ofrenda de ti misma: una espada atraviesa tu alma y tu oración sigue siendo un ‘si’ a Dios…».

Otra de las protagonistas femeninas del camino de la cruz es la Verónica de la que el Santo Padre destaca que «va contra la corriente, sola, con la valentía de la compasión se arriesga por amor, encuentra la manera de pasar entre los soldados sólo para brindarte el consuelo de una caricia en el rostro».