Religión

Newman, un doctor de la Iglesia para «educar santos»

León XIV preside su primera misa de Todos los Santos, declarando copatrono de las aulas al converso británico

Pope Leo XIV presides over Mass with participants in the Jubilee of the Educational World on the Solemnity of All Saints, in St. Peter's Square, at the Vatican, Saturday, Nov. 1, 2025, during which he will proclaim St. John Henry Newman a Doctor of the Church. (AP Photo/Andrew Medichini)
El Papa León XIVASSOCIATED PRESSAgencia AP

Llegó a dejar caer que la figura del Papa representaba al antiCristo y consideraba a Roma como la capital de las herejías. Sin embargo, el proceso de purificación interior que vivió fue tal que acabó dejando a un lado el anglicanismo y se convirtió al catolicismo, hasta el punto de ser creado cardenal precisamente de la mano de León XIII solo un año antes de su muerte, en 1890. Si Francisco le elevó a los altares reconociendo su santidad el 13 de octubre de 2019, en una eucaristía celebrada en Roma a la que asistió el hoy Rey Carlos de Inglaterra, ayer León XIV dio un paso más al declararle doctor de la Iglesia. «Acogiendo el deseo de muchos hermanos en el episcopado y de muchos fieles de todo el mundo, tras consultar al dicasterio para las Causas de Santos, tras una larga reflexión y habiendo alcanzado una plena y segura convicción, con la plenitud de la autoridad apostólica declaramos a San John Henry Newman Doctor de la Iglesia universal», entonaba hoy el Papa ante miles de peregrinos en la eucaristía celebrada en la Plaza de San Pedro.

El primer Papa norteamericano de la historia daba carta blanca para que el intelectual británico del siglo XIX entrara a formar parte del selecto club de hombres y mujeres a los que se considera maestros de la fe por sus escritos y enseñanzas. Oficialmente, hay 36 doctores de la Iglesia, entre los que se encuentran nombres como san Agustín, además de los españoles san Isidoro de Sevilla, san Juan de Ávila y santa Teresa de Jesús. En su caso, desde el Vaticano se destaca que fue un precursor espiritual del Concilio Vaticano II a través de sus propuestas de renovación, amén de cumplir con los requisitos exigidos a cualquier doctorado eclesial: santidad declarada, ortodoxia en la fe, eminencia en la doctrina e influjo benéfico en las almas.

Una jornada especial

El Papa Robert Prevost escogió además una jornada especialmente significativa para poner en valor la figura de Newman: la solemnidad de Todos los Santos, en la que se conmemora tanto a los católicos ejemplares que están reconocidos como tales en las peanas de todo el mundo como a aquellos a los que su predecesor en la sede de Pedro denominaba «los santos de la puerta de al lado», es decir, los cristianos de a pie que han vivido entregados al Evangelio sin que haya mediado decreto alguno que los canonice. A esto se une que este fin de semana Roma acoge el jubileo de los educadores, dentro de este Año Santo de la Esperanza, por lo que el doctorado del teólogo, filósofo, historiador, escritor y poeta se presenta como un referente para quienes se vuelcan en formar a niños y jóvenes desde la mirada del humanismo cristiano. De hecho, por decisión del Papa actual, tal y como desveló ayer, Newman será considerado copatrón de la educación junto con Tomás de Aquino.

«La imponente estatura cultural y espiritual de Newman servirá de inspiración a las nuevas generaciones, con un corazón sediento de infinito, dispuestas a realizar, por medio de la investigación y del conocimiento, aquel viaje que, como decían los antiguos, nos hace pasar per ‘aspera ad astra’, es decir, a través de las dificultades, hasta las estrellas», compartió León XIV durante la homilía sobre el hombre que también fundó los populares Oratorios de San Felipe Neri y que tenía como lema cardenalicio «Cor ad cor loquitur» (El corazón habla al corazón).

En cualquier caso, la figura de Newman se convierte además en un puente entre el fallecido Pontífice jesuita y el agustino. Y es que, según ha podido confirmar LA RAZÓN, el visto bueno para declararle doctor lo habría dado Francisco como respuesta a las peticiones de numerosas Conferencias Episcopales de todo el planeta, incluida la española. León XIV se topó con el proceso más que avanzado y, lejos de frenarlo, vio oportuno ratificarlo. Con Newman como referente y el Evangelio de las Bienaventuranzas como eje, el Papa lanzó en su homilía otro desafío: «Cuando pienso en las escuelas y en las universidades, las considero como laboratorios de profecía, en donde la esperanza se vive, se manifiesta y se propone continuamente». «¡Ojalá que nuestras escuelas y universidades sean siempre lugares de escucha y de práctica del Evangelio!», expresó.

En sintonía con Francisco y su empeño en convertir las escuelas y universidades en espacios para transformar el mundo, el Pontífice actual expuso que «en el centro de los itinerarios educativos no deben estar individuos abstractos, sino personas de carne y hueso, especialmente aquellas que parecen no producir, según los parámetros de una economía que excluye y mata».

A juicio de León XIV, urge «hacer de toda realidad educativa, incluso informal y callejera, los umbrales de una civilización del diálogo y la paz». «La educación, desde la perspectiva cristiana, ayuda a todos a ser santos», ratificó el Papa agustino ayer.