Mortalidad infantil

Un niño menor de 5 años muere cada 6 segundos en algún lugar del mundo

Hasta 35 millones de niños fallecerán de aquí a 2030 en las condiciones actuales

AME8097. KANTHI VILLAGE (INDIA), 12/03/2024.- Fotografía sin fecha cedida por UNICEF que muestra a Maheshwari devi y su bebé de 3 meses durante una jornada de vacunación con Penta II, en Kanthi Village (India). Uno de cada 29 niños menores de cinco años sigue muriendo en el sur de Asia, una tasa que podría significar ocho millones de muertos para 2030, más de la mitad de ellos recién nacidos, si no se toman medidas urgentes, alertó este miércoles el Fondo de las Naciones Unidas para la Infanc...
Casi cinco millones de niños mueren antes de cumplir los cinco años, denuncia UnicefVinay PanjwaniAgencia EFE

La mortalidad infantil a nivel mundial alcanzó en 2022 un mínimo histórico a pesar de que 4,9 millones de niños y niñas murieron antes de su quinto cumpleaños, una cifra que se traduce en una muerte cada seis segundos, según un informe publicado por agencias de Naciones Unidas.

El estudio, con la colaboración de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), muestra que si bien actualmente sobreviven más niños que nunca, "aún queda un largo camino por recorrer" para acabar con estas muertes evitables.

La cifra de mortalidad infantil en menores de 5 años ha bajado un 51 por ciento desde el año 2000, y varios países de renta baja y media-baja han logrado superar esta cifra, lo que demuestra que "es posible registrar mejorías cuando se asignan los recursos suficientes a la atención primaria y la salud y bienestar infantil", destaca el comunicado.

Países como Camboya, Malaui, Mongolia y Ruanda han reducido la mortalidad de menores de 5 años en más de un 75 por ciento desde 2000. No obstante, durante el año 2022 también fallecieron 2,1 millones de niños y jóvenes de edades comprendidas entre los 5 y los 24 años, muchos de ellos en las regiones de África subsahariana y Asia meridional-.

Esta trágica pérdida de vidas se debe principalmente a causas que se pueden evitar o tratar, según la agencia de la ONU, que pone de ejemplo el parto prematuro, las complicaciones en torno al momento del nacimiento, la neumonía, la diarrea y el paludismo, entre otras causas.

"Muchas vidas podrían haberse salvado con un mejor acceso a una atención primaria de salud de alta calidad, que incluyera intervenciones esenciales y de bajo coste, como vacunaciones, disponibilidad de personal sanitario cualificado en el parto, apoyo a la lactancia materna temprana y continuada, y el diagnóstico y tratamiento de enfermedades infantiles", indica UNICEF.

"Aunque se han producido avances positivos, cada año millones de familias siguen sufriendo la devastadora angustia de perder a un hijo, a menudo en los primeros días de vida", destaca en el comunicado el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, que ha matizado que "el lugar donde nace un niño y una niña no debe determinar si vive o muere". "Es fundamental mejorar el acceso a servicios sanitarios de calidad para todas las mujeres y todos los niños y las niñas, incluso en situaciones de emergencia y en zonas remotas", añade.

Aunque las cifras mundiales muestran signos positivos de progreso, la organización sanitaria alerta de otros factores que amenazan actualmente a estos avances como el aumento de la desigualdad económica, los nuevos conflictos, la intensificación del impacto del cambio climático o las consecuencias de la covid-19.

Así, los niños de hogares más pobres tienen el doble de probabilidades de morir antes de cumplir los cinco años que los nacidos en los hogares más ricos, mientras que los niños y niñas que viven en entornos frágiles o afectados por conflictos tienen casi el triple de probabilidades de morir antes de cumplir los cinco años que los que viven en otros lugares.

Para evitar estas muertes, las agencias de la ONU apuestan por aumentar las inversiones para dar unas condiciones dignas a los trabajadores sanitarios, los cuales, aseguran, deben recibir "una remuneración justa, una buena formación y los medios necesarios para prestar una atención de máxima calidad".

Advierten que, al ritmo actual, 59 países podrían no cumplir el objetivo de la Agenda 2030 en este sentido, que es bajar la mortalidad en los menores de cinco años a 25 muertes por cada 1.000 nacidos vivos. Esto podría suponer el fallecimiento de 35 millones de niños antes de cumplir los cinco años de aquí a 2030.