Policía
«Noté un olor raro pero no era nada especial»
Los padres se someterán a un test psicológico para poder reunirse con sus dos hijos
La madre del niño de Gerona declaró que notó «algo» el mes que convivieron con el cadáver.
Es la pregunta clave: ¿es posible convivir con un cadáver durante un mes y no notar absolutamente nada? Bruce y Schrell Hopkins, los padres del pequeño de 7 años cuyo cuerpo fue hallado esta semana en su domicilio de Gerona, están a la espera de los análisis toxicológicos que confirmen que su hijo, que padecía asma, murió de forma natural tras sufrir un ataque de esta enfermedad respiratoria. Un aspecto que ya se ha apuntado en la autopsia previa y que podría confirmarse a lo largo de la próxima semana. En libertad provisional con cargos y acusados de homicidio imprudente, ambos regresaron en la tarde del viernes a su casa tras pasar tres días en el calabozo y responder a las preguntas del juez, encaminadas a averiguar qué ocurrió antes y después del día en el que, según ellos, el pequeño «estaba durmiendo y esperábamos a que se despertara». Según los padres, convivieron con el cuerpo durante no más de un mes –afirman haber cenado todos juntos en un restaurante el pasado 15 de noviembre–, aunque la autopsia deberá datar la fecha exacta. «¿No ve que su hijo está muerto?», le preguntó un mosso a Bruce Hopkins cuando los agentes entraron en la casa. «Usted que es policía, debe tener razón. Schrell, nuestro hijo ha muerto», dijo éste.
A la pregunta del juez sobre el olor que debía desprender un cadáver que se encontraba en estado de descomposición, Christian Salvador, abogado de la familia, afirma que, mientras que Bruce no notó nada, su mujer dijo que «sí, olía raro, pero nada especial». En opinión del abogado, es posible que tuvieran la misma sensación que «cuando un no fumador entra en una sala de fumadores: al principio nota el olor, pero después, se acostumbra», de tal forma que acabaron «inmunes». Cuando se produjo el hallazgo, el apartamento se encontraba razonablemente «ordenado y limpio», y el pequeño estaba cuidadosamente tapado con sábanas y con una toalla sobre la cabeza, lo que descartaría que vivieran en condiciones insalubres. También han negado pertenecer a la llamada Iglesia Pentecostal o a otra secta religiosa que implique limitaciones médicas «¿Practica usted un cristianismo ortodoxo o más extremo?», preguntó el juez. «Yo sólo soy cristiano», respondió el padre. Su no pertenencia a una secta se confirma, según el abogado, tras hallar en casa tratamientos médicos convencionales para el asma junto a otros homeopáticos. De hecho, llevaron a su hijo al médico.
Salvador afirma que, ahora mismo, la «prioridad» de los padres es «recuperar» a sus hijos, un niño y una niña en edad adolescente y que se encuentran en un centro de acogida Mas Garriga de Gerona, bajo la tutela de la Generalitat. Es muy probable que puedan verles mañana por primera vez tras la detención. Con todo, Bruce y Schrell Hopkins deberán someterse a una prueba por parte de los psicólogos del centro para dilucidar si están en condiciones de hacerse cargo de sus hijos de nuevo.
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