Okupas en España

La okupación ilegal se descontrola en esta localidad y une a los vecinos: hasta tres intentos en una semana

Una localidad de la Comunidad Valenciana ha llegado a reportar tres casos diferentes de intento de okupación. Dos de los mismos sucedieron con menos de 24 horas de diferencia entre uno y otro

Varias personas en una concentración en apoyo a los afectados por la okupación.
Varias personas en una concentración en apoyo a los afectados por la okupación.Fernando SánchezEuropa Press

La okupación ilegal en España es un tema que se magnificado con el paso de los años. La despreocupación de las políticas implantadas hace que las autoridades no tengan la capacidad de acción que ostentan en otras naciones y, de esta manera, dificulta y entorpece los procedimientos sentenciándolos a una lentitud anómala. En este sentido, el número de españoles que muestra su descontento con este fenómeno cada vez es mayor y el malestar general se ha trasladado a localidades enteras.

Por establecer un mapa contextual de la tendencia de los últimos años, en el 2018, la medida de tiempo media de desalojo en territorio español por ocupación ilegal era de 11,7 meses de media. El año posterior a este el promedio ascendió hasta los 13,1 meses y, finalmente, en 2020 se consolidó el periodo en unos 16,7 meses. Sin embargo, fue en 2021 cuando se llegaron a los dieciocho meses, es decir, año y medio. Asimismo, el número de casos reportados cada vez es más elevado. En 2024, según los últimos registros, el dato repuntó un 7,4% en el conjunto de España, con 16.426 hechos conocidos e informados por las Fuerzas de Seguridad del Estado.

A partir de aquí existen dos posibles caminos en el devenir de nuestro país con respecto a este tema. Por un lado, el endurecimiento de las leyes con los usurpadores, que cambiaría el rumbo de esta tendencia creciente y seguiría el modelo de algunos países europeos como es el caso de Italia, que con el gobierno de Meloni ha conseguido legislar penas de hasta siete años de cárcel y actuación inmediata para el desalojo. Por el contrario, la alternativa sigue el paso de la línea continuista, aquella que actualmente padecemos y en la cual las ayudas a los propietarios son más bien escasas. Aunque en cierta medida, cada vez son más las normas que regulan la okupación.

La Comunidad Valenciana en el punto de mira

Si nos trasladamos al mapa político de España, existen algunas zonas más damnificadas debido a factores que repercuten directamente sobre el territorio como las condiciones económicas y la inmigración, entre otros. Además, algo que preocupa especialmente a los vecinos de la región es la desmesuramiento con el que se están llevando a cabo estas acciones. Ultimamente se está llegando a unos niveles insólitos, por lo que, este acontecimiento ha propiciado la unión de vecinos manifestando su completo rechazo por la usurpación de las viviendas propias y ajenas.

En este sentido, la Policía Local ha hecho un llamamiento a los mismos para solicitar la colaboración ciudadana con el fin de actuar antes de que se completen las tomas de los domicilios. De este modo, durante los últimos días se han reportado múltiples casos que han sido solventados antes de tiempo y por tanto no se han conocido como casos de okupación sino tan solo como intentos. El suceso más sonado es el de la localidad de Burriana, que llegó a registrar hasta tres intentos de invasión en menos de una semana. Incluso dos de los mismos sucedieron con menos de un día de diferencia.

Tres intentos de okupación en Burriana en menos de una semana

El nexo común de los tres casos encuentra su razón en los avisos de los residentes cercanos a las viviendas en cuestión que notificaron con rapidez a las autoridades sobre lo que pretendían hacer los infractores. En orden cronológico, el primero de todos tuvo lugar el sábado, a eso de las once de la noche, cuando una familia de origen marroquí trató de forzar la cerradura de una residencia con éxito. Cuando los vecinos notaron la presencia de los transgresores, no tardaron en acudir a la llamada de la policía que pudo alcanzar a los susodichos en el interior del inmueble, procediendo a su desalojo.

Para conocer el segundo caso de la semana, solo hay que viajar en el tiempo unas horas, concretamente hasta el domingo por la tarde. En este instante, varios cercanos al antiguo Instituto Jaume I informaron a las autoridades sobre las pretensiones de los actores, que en este caso eran de nacionalidad argelina y marroquí, ambos con antecedentes, evacuando a los mismos en la vivienda del conserje. El último de los tres casos sucedió en pleno centro del territorio, en la calle Burgà, aunque aquí no conocieron a los invasores, puesto que, únicamente colocaron una cadena con candado en la puerta de una de las viviendas de la avenida. La policía acudió y notificó a la propietaria de los sucedido.