Operación pionera en España a una niña con un tumor en los ovarios

Es una rareza entre las rarezas: afecta a un 1% de niños con cáncer. El Hospital Gregorio Marañón ha realizado la intervención

Cada año se diagnostican en España 1.400 casos de cáncer infantil. Estos tumores suelen considerarse como raros, aunque sea la primera causa de muerte por enfermedad entre los menores de 14 años. Pero, dentro de esta «rareza», existen tumores que aún son más excepcionales. Los que afectan a los órganos reproductores de los pequeños. Y es que menos de un 1 por ciento de los niños con cáncer pediátrico padece este tipo. Es por ello que los tratamientos y las investigaciones son escasas. Como indica Marta Puyol, directora de investigaciones biomédicas de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), «es muy difícil de prevenir y de diagnosticar previamente los tumores infantiles» por esta falta de estudios, pero poco a poco se va avanzando, como demuestra el Hospital Gregorio Marañón de Madrid que realizó hace una semanas una intervención pionera en niños en nuestro país que ha permitido extirpar un tumor de ovario a una niña de 11 años.

Como son tan pocos los menores con este tipo de tumores, normalmente se les trata con quimioterapia sistémica, es decir que reciben el tratamiento a través de la sangre. En edad adulta es normal que se opere, se extraiga el tumor y acto seguido se aplique quimioterapia intraoperatoria hipertérmica para intentar acabar con las células cancerígenas residuales, pero en niños, al menos en nuestro país, no se había hecho nunca antes. «La operamos del carcinoma de ovario y cuando vimos que la intervención había sido óptima –habían conseguido extraer todo el tumor– se le aplica la quimio térmica para intentar eliminar todas las células malignas que sigan presentas», indica a LA RAZÓN uno de los cirujanos que realizó la intervención, Luis González Bayón, de la Unidad de Carcinomatosis del hospital madrileño. Aunque existen 20 grupos de médicos que realizan esta intervención en adultos, «no me consta que existan más casos como el que hemos realizado nosotros».

La familia de la pequeña y ella han vivido con mucho temor todo el proceso, ya que su caso es más que excepcional. Por ello, tras dos semanas de ingreso en el Gregorio Marañón, recibieron el alta con una gran alegría, aunque aún permanecen expectantes. Para determinar el éxito o no del tratamiento aún deben esperar bastantes meses. «Por ahora sabemos que la niña ha evolucionados bien, por eso podemos hablar de un éxito momentáneo porque debemos darle tiempo para comprobar los buenos resultados», afirma el doctor. Ahora, cada tres meses tendrá que acudir a revisión, aunque su infancia la va a poder vivir con relativa normalidad. «No debemos olvidar que ha tenido un cáncer de ovario, pero su vida social va a poder ser completamente normal, tampoco va a tener problemas a la hora de comer», apunta el especialista.